ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Terminal Cero por Luis Ayllón

El “nuestro” espera en la Casa Blanca

Luis Ayllón el

Fue José Manuel García-Margallo quien de forma campechana se  despachó ante un micrófono afirmando tras el triunfo de Barack Obama: “Ha ganado el nuestro”, que viene a recordar aquella frase atribuida a Pío Cabanillas en los años de la Transición de: “Hemos ganado, pero todavía nos sabemos quienes”.

 

Puede que en el PP hubiera sectores que prefirieran una victoria de Mitt Romney en las elecciones estadounidenses, pero en Moncloa y en el Palacio de Santa Cruz se cruzaban los dedos para que eso no ocurriera. Las afinidades ideológicas cuentan cada vez menos en política internacional. Y en el caso de Estados Unidos, además resultaría equivocado hacer una transposición simple identificando al Partido demócrata con el socialismo o el laborismo europeos.

 

Pero además es que a Mariano Rajoy le convenía la victoria de Obama, aunque por prudencia –y por si acaso fallaban las encuestas- no lo ha manifestado durante la campaña electoral. Una campaña, por cierto, en la que ha estado presente la situación de España, puesta como ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas, pero enfocada con un tono más negativo por Romney que por Obama, que a sus críticas añadió algunos elogios sobre el camino emprendido para arreglar las cosas.

 

Si Romney hubiera triunfado, la relación con España habría ido a remolque al menos durante algunos meses y, además, como explicó el ministro de Asuntos Exteriores, la presión sobre nuestro país habría aumentado, porque el candidato republicano era más partidario de seguir la senda de la austeridad, con una política presupuestaria muy rígida, una política monetaria muy estricta y nada de compra de bonos en el mercado. Por el contrario, Obama apostaba, en palabras de García-Margallo por "una política presupuestaria más alegre, una política monetaria menos estricta y un tipo de interés más bajo", además de haber puesto en marcha varios programas para "comprar deuda".

 

Desde el punto de vista práctico, la relación con el equipo de Obama esta ya rodada y data incluso de antes de la llegada de Rajoy a La Moncloa, porque su jefe de Gabinete, Jorge Moragas, mantenía ya contactos con dirigentes del Partido Demócrata. A lo largo de este año, la relación ha sido muy fluida a todos los niveles y ha permitido alcanzar un acuerdo sobre el Protocolo de Enmienda del Convenio Defensivo, para la incorporación de la base de Rota al Escudo antimisiles de la OTAN. Además, el Gobierno espera que, tal y como se comprometió la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se dé solución a la retirada del material radiactivo de Palomares.

 

La mejor escenificación del entendimiento entre Madrid y Washington sería una visita de Rajoy a la Casa Blanca, algo que no pudo realizarse porque, desde el verano, Obama dedicaba la mayor parte de su tiempo a lanzar su candidatura. Ahora, el horizonte es que en el plazo de dos o tres meses pueda tener lugar el desplazamiento del presidente del Gobierno a la capital estadounidense. Los cables ya están lanzados y parece que en Washington hay buena disposición e incluso interés por el encuentro, por las repercusiones que puede tener la evolución de España.

 

Pero además, en Moncloa se aspira a que Obama viaje a nuestro país y que lo haga sin tardar mucho tiempo para que pueda lanzar un mensaje de apoyo a las medidas que está tomando el Gobierno. Ningún presidente estadounidense ha visitado España desde que lo hizo hace más de doce años George W. Bush. Hay confianza en que ahora Obama preste una mayor atención a la política internacional que durante su primer mandato, y no sólo que viaje más a Europa, sino que vuelva también su mirada hacia Iberoamérica, un punto en el que debería haber una confluencia de intereses de España y Estados Unidos.

 

Estados Unidos
Luis Ayllón el

Entradas más recientes