El diputado y secretario de Relaciones Exteriores del PP, Jorge Moragas, ha acusado al Gobierno de mantener un "silencio atronador" ante la persecución de las minorías cristianas en los países de mayoría musulmana y de haber bloqueado una iniciativa del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE en defensa de esas minorías.
Moragas lo hizo durante una interpelación en el Congreso a la que respondió la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, tachando su actitud de “mala fe” y negando las acusaciones. Además, aseguró que si el Gobierno español se opuso a la iniciativa europea fue por una cuestión de formas y no de fondo, porque Italia quiso cambiar a última hora el texto que ya había sido pactado por todos los países.
La verdad es que no recuerda uno que desde el Ministerio de Exteriores haya habido una especial celeridad a la hora de condenar los ataques sufridos por iglesias cristianas en Irak y en Egipto, los últimos que tuvieron más repercusión por el número de victimas mortales. Y desde luego, desde Moncloa, como bien dijo Moragas, no se emitió ningún pronunciamiento de condena, al contrario de lo que sucedido con los gobiernos de otros países europeos.
Sería deseable que el Ejecutivo de Zapatero pusiera en condenar esos ataques y en lograr una actuación internacional más firme para evitar su repetición, al menos el mismo empeño que en difundir su famosa e inoperante Alianza de Civilizaciones.
Moragas facilitó unos datos tremendos: 51 iglesias atacadas; 150.000 cristianos muertos al año por persecuciones; entre 200 y 300 millones de cristianos amenazados de muerte o de agresiones; otros 300 millones, víctimas de discriminación laboral o de vivienda. Además, un 75 por ciento de los muertos por persecución religiosa en el mundo son cristianos.
Jiménez aseguró que en la próxima reunión de ministros europeos de Exteriores, el lunes, 21, saldrá adelante un texto acordado por todos y apoyado por España. Ojalá sea así y ojalá que cuando los populares, como han anunciado, presenten una moción en el Congreso en apoyo de esas minorías cristianas perseguidas, se apruebe con el respaldo de todos los grupos. Si ello sería de justicia en todo momento, mucho más ahora que en muchos de esos países de mayoría musulmana se viven horas claves para su futuro, del que no pueden quedar excluidos los cristianos que viven en ellos.
Minorías cristianas
