El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, fue tajante hace unos días al comparecer en el Congreso de los Diputados: Habrá recortes en Cooperación, aunque resulte doloroso, porque la otra opción sería recortar las pensiones o cerrar ambulatorios. A la Coordinadora de organizaciones no gubernamentales de desarrollo le ha faltado tiempo para responder al ministro que no se trata de contraponer unas personas a otras, sino de garantizar los servicios sociales y los derechos humanos de todos independientemente del lugar donde hayan nacido.
Por más que el objetivo de la coordinadora sea loable, la realidad es que se impondrá una drástica reducción de las ayudas que se venían destinando a fomentar el desarrollo de otros países. España es un país solidario, pero a muchos de los que sufren hoy más crudamente los efectos de la crisis, les puede resultar dificil de entender unas contribuciones generosas más allá de nuestras fronteras cuando ellos lo están pasando mal.
Esa es la verdad. Y de hecho, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que se lanzó alegremente a la conquista del 0,7 por ciento del PIB en ayuda al desarrollo, terminó, después de unos cuantos años en que se fue aproximando a ese objetivo (llegó al 0,43 en 2010), prácticamente en el mismo lugar que lo dejó el Gobierno de José María Aznar hace siete años. En 2004 se alcanzó el 0,24 por ciento del PIB; en 2011, el 0,29, sólo cinco centésimas más. España no está hoy para más.
De forma que se impone un cambio de orientación. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, a la espera de cómo queden los Presupuestos Generales del Estado, ya se ha marcado unas cuantas pautas de actuación:
–Concentración. La cooperación se concentrará en 25 países. Hasta ahora, el doble, unos 50 eran beneficiarios habituales y había otro grupo grande que lo ha sido de manera puntual (crisis humanitarias, ayudas para proyectos concretos, etcétera).
–Áreas geográficas. La ayuda se dirigirá, sobre todo, a Iberoamérica, Magreb y el África Subsahariana Occidental. Eso supondrá el cierre de bastantes oficinas técnicas de cooperación, con una posible integración en oficinas de la Unión Europea. No se han especificado los países que se verán afectados, pero según algunos cálculos, en Asia, previsiblemente, sólo quedará la de Filipinas, en África, podría afectar a Gambia o Sudán) y en el mundo árabe, seguramente a Siria y Libia. También en Ámerica habrá cierres, que afectarán a países de renta media alta, entre los que pueden estar Argentina, Brasil, Chile, México o Uruguay. Se mantendrá la ayuda a las regiones andina y caribeña. La salida se hará de manera ordenada, a medida que vayan concluyendo los proyectos en marcha.
–Organismos internacionales. De los
-Coordinación. Tanto con comunidades autónomas y ayuntamientos como con empresas privadas, para tratar de ser más eficaces en los lugares en que se actúa, aunando recursos.
Cooperación