Venezuela y las organizaciones terroristas colombianas

Las relaciones del Estado venezolano con organizaciones terroristas se remontan en el tiempo y no se limitan a las de origen colombiano.

1.- Por ejemplo, la presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela se detecta en la región de Catatumbo desde los años 70 del siglo pasado.

2.- En la década de los años 80, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el ELN operaban en Venezuela al realizar secuestros y al extorsionar a ganaderos y a empresarios locales, que habitaban en la zona fronteriza entre los dos países.

La respuesta, entonces, del Estado venezolano a estas actividades guerrilleras fue de carácter policial y militar, para lo que se constituyó un llamado Comando Específico José Antonio Páez, que tenía la misión de rastrear esa frontera para atacar a la guerrilla.

Aquella organización policial y militar acabó siendo desmantelada debido a la acusación de que había cometido crímenes contra los derechos humanos, a pesar de la eficacia con la que desempeñó su encargo al hacer descender de forma llamativa la criminalidad de la zona.

3.- Durante los años 90 se produjo un resurgir de la violencia guerrillera de origen colombiano en Venezuela.

La acción más dramática protagonizada por ésta sucedió, en febrero de 1995, cuando un grupo del ELN, bajo el mando del llamado “comandante Alexis”, perpetró un ataque contra un puesto fluvial de la Marina venezolana, sito en caño Cararabo, Estado de Apure, por culpa del cual ocho infantes fueron asesinados.

La respuesta del gobierno venezolano fue, de nuevo, militar.

El ejecutivo de Caracas dividió los territorios fronterizos en diversos Teatros de Operaciones, en los que las posiciones de las unidades militares, que allí estaban ya presentes, fueron reforzadas en un ejercicio de guerra que estaba dirigido contra los irregulares, quienes, por aquel entonces, eran exclusivamente colombianos.

En definitiva, antes de la llegada de Hugo Chávez al poder en Caracas, Venezuela siempre vio esa presencia guerrillera colombiana en su territorio como una amenaza para la seguridad nacional.

Este desafío se manifestaba a través de incursiones furtivas de las guerrillas procedentes de Colombia, que penetraban en Venezuela para cometer sus crímenes y que, tras lo cual, regresaban inmediatamente a sus bases en Colombia.

4.- Desde que Hugo Chávez (1999-2013) se hizo con el poder, esa percepción de la guerrilla colombiana como una amenaza para la seguridad nacional cambió.

Así, Chávez intentó, de inicio, un entendimiento con las FARC y con el ELN, a través de permitir, especialmente, a las FARC, una presencia tolerada de sus estructuras terroristas en el país.

5.- En abril de 2002, tras el fracaso de un golpe de Estado, mediante el cual los opositores a Chávez intentaron derrocarle -con el apoyo de sectores antichavistas de las Fuerzas Armadas de Venezuela-, éste tomó la excusa de aquella conjura contra él para desmantelar los Teatros de Operaciones.

Chávez optó por esa decisión bajo la presunción de que muchos de los militares que operaban en dichos dispositivos habían formado parte de esa conspiración.

La consecuencia fue que esas unidades militares que operaban en la frontera de Colombia fueron sustituidas por otras de menor alcance y de menor dimensión y las guerrillas colombianas dejaron de ser el foco de su misión y, por lo tanto, su principal enemigo.

Aquella decisión fue interpretada, de forma correcta, por los grupos guerrilleros colombianos como una invitación para tomar posiciones dentro del territorio de Venezuela.

6.- A partir de 2016, y durante los años siguientes, fue cuando se produjo el control por parte de las guerrillas colombianas de territorios de Venezuela de forma coordinada con el gobierno de este país.

El catalizador de este proceso de asentamiento permanente en Venezuela de la guerrilla colombiana fue la supuesta desmovilización de las FARC, que siguió a los Acuerdos de Paz en Colombia.

Por una parte, grupos escindidos de las FARC -ex-FARC Mafia, Frente Acacio Medina, Frente 10 o Segunda Marquetalia- establecieron sus bases en Venezuela.

El ELN, por su lado, inició, desde sus zonas de arraigo en Colombia, una campaña de expansión sin precedentes para controlar la frontera colombiana-venezolana y para adentrarse hacia el interior de Venezuela, donde ha terminado por alcanzar una presencia significativa en 40 municipios de 8 Estados -es decir, el 40% del total- del país.

Los efectivos y los líderes más importantes del ELN -Antonio García o Gustavo Aníbal Giraldo, alias “Pablito”- o de las facciones disidentes de las FARC -“Iván Márquez”, de la Segunda Marquetalia, por ejemplo- han establecido sus bases respectivas en Venezuela.

7.- En 2018, esa difusión de las guerrillas colombianas en la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela y dentro de este último país se vio facilitada por:

• la ruptura de sus relaciones diplomáticas bilaterales,
• el cierre de la frontera entre ambos, tras la crisis migratoria y la crisis de seguridad que estallaron entre las dos naciones, y
• el aprovechamiento que el ELN supo hacer de esa situación de tensión como una oportunidad para convertirse de facto en la autoridad aduanera y migratoria que pasó a controlar dicha frontera.

A partir de ese momento, la presencia simultánea, tanto en Colombia como en Venezuela, del ELN y de las facciones disidentes de las FARC se hizo permanente y estos grupos pasaron de ser guerrillas colombianas para convertirse en guerrillas binacionales.