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¿Por qué Siria no está involucrada en la guerra en Gaza?

¿Por qué Siria no está involucrada en la guerra en Gaza?
Líderes de Yihad Islámica y de Hamas, con al-Assad (d), octubre de 2022, Damasco, Siria.
Jorge Cachinero el

NB: Este artículo fue publicado anteriormente en El Economista.

El Economista, 23 de septiembre de 2024, p. 31.

El teatro sirio ha estado muy contenido durante los casi doce meses que han transcurrido desde que se produjo el ataque de Hamas a Israel en octubre de 2023.

Siria es parte del “eje de la resistencia” que Irán ha financiado y armado en el Oriente Próximo.

Sin embargo, las razones por las cuales el presidente sirio, Bashar al-Assad, no ha querido involucrarse en el enfrentamiento contra Israel merecen ser analizadas.

A Al-Assad sólo le preocupa su supervivencia política, como demostró con éxito durante los 13 años que duró la guerra civil en su país.

Octubre de 2018, Damasco, Siria.

Al-Assad no va a permitir que la guerra en Gaza y sus derivadas regionales puedan poner en peligro lo que tanto esfuerzo le ha costado salvaguardar.

En segundo lugar, no debe olvidarse que las relaciones entre el régimen de al-Assad y el grupo terrorista Hamas son de rivalidad histórica.

Los líderes de esta organización criticaron al presidente de Siria por la “represión brutal” ejercida sobre el pueblo sirio, contra sus oponentes políticos y contra los palestinos que habitaban en el país al comienzo de aquel enfrentamiento fratricida en 2011.

Las relaciones entre al-Assad y Hamas se rompieron y el presidente sirio no olvida las críticas y las traiciones de esta organización, por mucho que sus contactos se hayan restaurado.

A pesar de lo anterior es probable que bien Hezbollah o bien Irán o bien ambos hayan decidido que es mejor no involucrar a al-Assad en el conflicto con Israel ahora y preservarlo para circunstancias y enfrentamientos futuros entre Israel y cualquiera de ellos.

No obstante, el impacto de la guerra en Gaza sobre Siria está teniendo algunas consecuencias que no pueden despreciarse.

Los enfrentamientos internos dentro de Siria se han incrementado desde el 7 de octubre de 2023.

Las fuerzas rusas y sirias están siendo más agresivas contra los rebeldes que cuestionan al régimen de al-Assad desde Idlib y los choques entre Turquía y las comunidades kurdas de Siria son más frecuentes.

Asimismo, el Estado Islámico ha incrementado su campaña de ataques contra el régimen de al-Assad y los colectivos drusos de Siria están siendo más activos en sus manifestaciones contra el gobierno de Damasco.

Por otra parte, el trasiego de armas a través de Siria hacia las milicias de Hezbollah en el Líbano se ha incrementado desde octubre de 2023.

Este fenómeno ha impulsado a Israel a aumentar sus ataques aéreos contra estos cargamentos de forma selectiva, lo que, a su vez, ha obligado a algunos mandos iraníes y de Hezbollah a trasladarse desde Siria al Líbano para protegerse mejor.

A comienzos de septiembre Israel realizó embestidas con misiles contra Damasco, Tartus y Homs, que estaban dirigidos contra el Centro Sirio de Estudios e Investigación Científica (CERS), ya que este organismo es el que supervisa la industria militar siria y cuenta con el asesoramiento de expertos iraníes, y contra depósitos de municiones y bases sirias.

Israel pretende interrumpir los esfuerzos de acumulación militar iraní en Siria, antes de que esas capacidades sean transferidas a Hezbollah, en preparación de una guerra posible de Israel en el Líbano contra esta organización terrorista.

Por último, el comportamiento de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia en Siria está cambiando, ya que están abandonando la tolerancia que habían mostrado tradicionalmente hacia los ataques de Israel contra activos iraníes dentro de Siria.

Soldados rusos en Siria.

La Fuerza Aérea rusa está patrullando desde enero de 2024 con mayor frecuencia la Línea Bravo, es decir, la del cese del fuego entre Israel y Siria, y el Ejército ruso ha establecido 5 puestos de observación nuevos en esa zona.

Estos gestos simbólicos de Rusia están dirigidos al gobierno de Israel al que quieren hacer saber que “Moscú está aquí”, que “estamos monitorizando” y que, por lo tanto, “Israel debe controlarse”.

La intervención de Rusia en la guerra civil siria en 2015 no sólo salvó a al-Assad, sino que es la mejor garantía para que Damasco no sea arrastrado a una guerra con Israel, al menos, por el momento.

 

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