Dos visitas esta semana a los que considero mejores restaurantes italianos de Madrid me animan a escribir un post sobre estos establecimientos. Como ocurre con los chinos, siempre ha habido en España muchos ‘italianos’, pero muy pocos que pudieran considerarse de primer nivel. Por fortuna, en los últimos años, al igual que ha ocurrido con las cocinas asiáticas, se han ido abriendo casas italianas muy auténticas y ahora la oferta empieza a ser interesante.
Los que leen el blog habitualmente saben que tengo dos favoritos en Madrid capital: BOCCONDIVINO (Castelló, 81. 91 575 79 47) y DON GIOVANNI (Pº Reina Cristina, 23. 91 434 83 38). El primero, más completo como restaurante; el segundo con las mejores pastas frescas de la ciudad.
El problema de BOCCONDIVINO es que cuando no está su propietario, el sardo Ignazio Deias, cosa que me ocurrió el sábado, las cosas no funcionan igual, ni en la cocina ni en la sala. Aún así, el local (en la foto) es muy acogedor y dispone de unos productos de primera que Deias importa directamente desde Italia. Por ejemplo sus excelentes embutidos (mocetta, salame cotto di Mortara o el genuino culatello di Zibello), o esa carne de fassone (raza de buey del norte italiano) con la que hacen un tartar cortado a cuchillo imprescindible. En su carta destacan también con fuerza las pastas cortas sardas (malloreddus), especialmente la que va con queso de oveja pecorino y trufa negra. El sábado me gustó también un cuscús sardo en ensalada con boletus y verduras. Muy flojito sin embargo un risotto de ancas de rana, muy lácteo y pastoso. Sin interés ninguno los postres, especialmente una panna cotta insípida y bañada en nata líquida. Los precios tienden a ser altos (el sábado, 70 euros por persona con un chianti de 21)
Lo que es espectacular en Boccondivino es la carta de vinos italianos, un auténtico lujo que el cliente puede elegir directamente en la bodega entre 500 referencias. Qué pena ver en mesas vecinas decir a gritos ‘¿aquí no hay vinos españoles?’ y acabar bebiéndose un rioja regularcito.
Todo lo que tiene Boccondivino de comedor elegante y agradable le falta a DON GIOVANNI. Como he dicho muchas veces, si uno no supiera lo que hay tras la puerta no entraría nunca. Sin embargo, las 70 pastas que prepara Andrea Tumbarello son de obligada visita. Cualquiera de ellas, precedida de una genuina burratta, y rematada con el tiramisú de la casa, es una comida espléndida. Los tagliatelle con trufa, la lasaña de la ‘mamma’, los espaguetis con una carbonara o una boloñesa como no se encuentran en Madrid, los ravioli de corzo. El resto de platos presenta un nivel más normal, aunque las pizzas están mejorando bastante. Esta semana, Andrea nos sorprendió con una sencilla ensalada de naranja y cebolla aliñada con pimienta y aceite de oliva que era una delicia en su sencillez. Porque la clave de Don Giovanni es esa difícil sencillez basada en el buen producto que está al alcance de pocos. Por su forma de ser, por su trayectoria y por su forma de cocinar, Andrea me recuerda mucho a Juanjo López (La Tasquita de Enfrente). Su carta de vinos, flojísima hasta hace unos meses, ha dado un vuelco importante y ahora es muy completa.
Naturalmente en Madrid hay más italianos. Alguno magnífico como ARS VIVENDI (Cristo, 23. Majadahonda. 91 634 02 87) al que llevo una temporada larga sin ir pero que siempre me ha encantado. La cocina de María Rosa García Manso y el trabajo en la pequeña y coqueta sala de su marido, Dino, el primero que trajo los grandes vinos italianos a España, siempre ha sido excepcional.
Me gustan también CASA MARCO (Gaztambide, 8. 91 543 20 69) y, algo menos, MARUZZELLA (Raimundo Fernández Villaverde, 28. 91 534 77 32. Y como pizzerías, OUH… BABBO (Caños del Peral, 2. 91 547 65 81) y ANEMA E CORE (Donados, 2. 91 542 22 53). En las dos hay que probar la ‘margherita DOP’.
En Cataluña, concretamente en Tarragona, está uno de los grandes italianos de España, GIORGIO (Ángel Guimerá, 4. 977 69 11 59). Y para pizzas, en Llivia (Gerona) está FABIÁN MARTÍN (Frederic Bernades, 7. 972 14 62 19), con sus peculiares creaciones que le llevaron a proclamarse campeón del mundo de la especialidad.
En Valencia los dos italianos más destacados, aunque por debajo de los citados, son IL RITROVO (Sueca, 46. 963 73 41 37), y el napolitano LA CANTINELLA (Pintor Ferrer Calatayud, 10. 963 25 14 22).
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