Carlos Maribona el 24 jul, 2006 En Madrid siempre han tenido renombre los restaurantes de cocina vasca y navarra. Cocinas diferentes, con identidades propias a pesar de sus puntos en común, de ahí que no me guste esa acepción genérica de cocina vasco-navarra. En los útimos días he comido en dos restaurantes que no aparecen demasiado en las guías pero que a mí me gustan mucho. Y precisamente uno de cada especialidad. Primero, uno navarro, EL ALMIREZ, que es una de mis debilidades cuando quiero comer en familia. Restaurante burgués del barrio de Salamanca, muy regular en su cocina y que nunca me defrauda. Es de la misma propiedad que el más lujoso pero también navarro, SEÑORÍO DE ALCOCER, otra buena dirección. En El Almirez, Jose de la Cruz (que aparece en la foto) lo maneja todo a la perfección, dispone de una completa carta de vinos que mantiene muy al día y ha incorporado una buena mesa de quesos nacionales y de importanción. El otro día tuvimos allí una interesante cata de vinos del Ródano. Probamos 9, 2 viogner, 5 syrah, un viogner con botritis y un Chateaunef du Pape 2001 de LES VINS DE VIENNE con garnacha, syrah, monastrell y counoise. El que más me gustó fue un YVES CUILLERON CÔTE RÔTIE TERRES SOMBRES 2003, pero hubo cosas interesantes que puedo comentar después si a alguien le interesa. Con la cata, una cena que permitiera acompañar los nueve vinos: gazpacho de sandía y gamba; carpaccio de atún; pencas de acelga rellenas; timbal de huevo y patata con foie; bonito con tomate; carré de cordero, y de postre melocotón confitado con salsa de yogur. Todo estupendo, especialmente el bonito con tomate y el carré de cordero. El restaurante vasco es URKIOLA MENDI, donde Rogelio Barahona ofrece una cocina sensata, con buenos puntos de cocción y materias primas bien seleccionadas. Hoy, por ejemplo, hemos compartido para empezar una agradable ensalada de colas de cigalas en carpaccio y un plato de pimientos de Guernica y ensalada de tomate (lástima de tomate, de escasa calidad). Luego (éramos 3) un excelente bacalao club ranero (el bacalao es una de las especialidades de Rogelio), un chuletón (buena carne, buen punto) y unos chipironcitos en su tinta (estamos en plena temporada) francamente buenos. De postres, mousse de cuajada, goxua y un sorbete de romero con sopa de frutos rojos. Bien los tres. Con una botella de FINCA MALAVEINA 2002 hemos salido a 50 euros por cabeza (concretamente 156 con cervezas de aperitivo y cafés), un precio más que razonable para una buena comida. Muy recomendable. Otros temas Comentarios Carlos Maribona el 24 jul, 2006