Arola, nuevo menú y aires de cambio

Sergi Arola ya tiene a punto el nuevo menú de LA BROCHE que podrá tomarse a partir del puente de mayo. Como les adelanté en un comentario del post anterior, nos invitó la otra noche a probarlo en la mesa de la cocina. Un menú pendiente aún de algunos retoques pero en su conjunto equilibrado, muy primaveral y bastante ligero. Todo en la línea del mejor Arola.

Les cuento. Se abre con tres pequeñas tapas: carpaccio de secreto, las ya clásicas bravas y un boquerón semicrudo (eso sí, previamente congelado para cumplir la ley) con pepinillos. Las tres muy bien. Como entradas, primero una menestra de verduras de temporada con espardeñas fritas por encima y un fondo muy ligero de leche de almendra. Estupendo plato, uno de los que más me gustó. Y después un agradable platito que combinaba zanahorias baby, sorbete de guisantes y jugo de butifarra de sangre. Siguieron unos medallones de langosta con cuscús de arroz frito. El plato no me dijo nada, pero el cuscús de arroz estaba para comérselo a cucharadas. Mucho mejor los ñoquis de queso de cabra con puré de maíz y mollejitas fritas, una combinación que puede resultar extraña pero que resulta.

Empezamos con los pescados: primero un lomo de salmón con sus huevas y puré de apio. El salmón no valía nada (no es fácil encontrarlo bueno) y por tanto el plato tampoco. Espléndido sin embargo el taco de mero con perrechicos gratinados, otro de los aciertos del menú. Como carne, un ravioli de rabo de toro con carabineros, mar y montaña que no está nada mal.

En vez de quesos, un bizcocho de macadamia con La Peral sin interés alguno. Todo lo contrario que el sorbete de tomate, regaliz y cardamomo, ligero y refrescante, un gran postre. Tampoco estaba mal, aunque aún quedaban algunas cosas que perfilar, el corte de parfait de frutas confitadas. Peor el terciopelo de chocolate y almendra amarga y helado de té, postre que hay que aligerar.

Esta es tal vez la última prueba de menú en La Broche. Después del verano, aunque sin fecha concreta aún, Sergi y Sara se trasladarán al nuevo SERGI AROLA en la calle Zurbano, enfrente del hotel Santo Mauro. Todo parece indicar que será un sitio espectacular. En principio y salvo rotura de negociaciones, La Broche seguirá (el nombre pertenece al hotel) como un restaurante más informal a cargo del propio Sergi. Pero de todo esto ya les iré contando.

En cuanto a los vinos, ya les adelanté también. Mis compañeros de mesan aportaron seis joyas. Tres burdeos premiers grands crus classés de 2004 (recién salidos al mercado): HAUT-BRION, CHATEAU LATOUR y CHEVAL BLANC, y otros tres españoles de 2004, todos 100 de Parker: EL PISÓN, CONTADOR y PINGUS. Los catamos a ciegas y hubo bastantes sorpresas. A los franceses les faltaba mucha botella, pero todos nos hicieron disfrutar. Y tras una prolongada sobremesa acabaron cayendo las seis (con la ayuda de Sergi).