Este publicista colombiano es director creativo de la agencia Lowe SSP3 y ha cosechado muchos premios, especialmente por sus campañas para el Ministerio de Defensa para lograr la desmovilización de los guerrilleros. Pero no cae en la vanidad. Al contrario, se define como “una persona normal”. Habla de sus objetivos “vamos a cambiar la guerra por la paz, el odio por el amor”. Está orgulloso de poder trabajar para su país.
Lleva ya casi una década dedicado a luchar por la desmovilización de la guerrilla con campañas como “Operación Navidad”, “Desmovilícese, vuelva a jugar” o “Ríos de Luz” y siempre están comunicando lo mismo: que el guerrillero es tan prisionero de la organización como cualquiera de sus rehenes. Su estrategia ha sido buscar la conexión emocional. Por eso gran parte de los mensajes se han lanzado en Navidad. Y está funcionando. Las desmovilizaciones han aumentado de forma notoria y el impacto en la sociedad colombiana, en los medios y en el resto del mundo es enorme.
José Miguel ha aprendido que las guerras modernas ni se ganan ni se pierden, que la clave está en enseñarle a la gente que no estar de acuerdo no les hace enemigos, si no solamente “contradictores” y en hacerles comprender que los puntos de vista distintos enriquecen la discusión.
“En publicidad trabajas para hacer que tu cliente crezca, sin embargo nosotros estamos trabajando para que el cliente deje de existir, para que no haya necesidad de volver a hacer la campaña nunca más”.
Y termina esperanzado “Ojalá fuera el último día. La Paz se construye poco a poco. Hoy damos un paso inmenso que es el resultado de muchos años de trabajo de mucha gente, de años de dolor de otros y de la esperanza de un futuro diferente de todos. Yo me siento optimista”.
Rocío Gayarre
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