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Blogs La fiebre del oro(.com) por Jon Oleaga

Mujeres STEM, una realidad cada vez más visible

Jon Oleagael

El papel que desempeña actualmente la mujer en el ámbito científico tiene aún muchos obstáculos que superar. Según el último informe de la Unesco al respecto, sólo 3 de cada 10 investigadores y científicos en el mundo son mujeres y sólo el 3 por ciento estudia carreras relacionadas con tecnologías de la información, un 8 por ciento en el caso de las ingenierías. Es una de las razones por las que es importante conmemorar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una cita que pretende promover un sistema de acceso a este campo más justo para el género femenino, así como empoderarla en todos ámbitos de la investigación y erradicar la desigualdad de género.

Uno de los aspectos principales para reducir esta brecha de género pasa por atraer a las mujeres hacia carreras enfocadas a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, las conocidas como STEM por sus siglas en inglés. Y, una vez conseguido, por erradicar la discriminación que sufren dentro de este ámbito, ya sea por cuestiones culturales, financieras o profesionales. Las mujeres que trabajan en el campo de STEM suelen cobrar menos que sus colegas masculinos y algo todavía más grave: las probabilidades de que abandonen su carrera profesional es muy alta, particularmente las madres (por ejemplo, casi la mitad de las científicas en Estados Unidos deja de trabajar en este sector a tiempo completo tras tener su primer hijo).

Fomentar la participación de los jóvenes en materias STEM es fundamental en la búsqueda de este progreso, y esto se puede conseguir con iniciativas como la que ha puesto en marcha la Fundación NTT DATA con sus Olimpiadas Internacionales de Tecnología, “es fundamental reforzar los incentivos para que las chicas superen no sólo las barreras invisibles que muchas veces rodean a las STEM, sino que además rompan su techo de cristal. Que conozcan referentes femeninos ejerciendo liderazgo y siendo protagonistas en el mundo de la ciencia, de la tecnología, de las ingenierías”, señala Karla Alarcón, directora de NTT DATA FOUNDATION.

ROMPER LAS BARRERAS INVISIBLES

Es solo una de las iniciativas que desarrollan en la organización, todas se basan en la gamificación con el objetivo de que niños y adolescentes puedan desarrollar competencias digitales, de que se interesen en la resolución de problemas a través de la tecnología, y sobre todo que descubran que las ciencias, las tecnologías, las ingenierías, las matemáticas son alternativas a su alcance y no están reservadas para un grupo específico. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de buscar que rompan esas barreras invisibles con retos a su alcance.

En los talleres que organizan, cuentan con voluntarias que trabajan en el equipo de la NASA, cirujanas, pilotos, desarrolladoras de videojuegos e ingenieras.

Para Alarcón, “tener ese referente es vital porque les permite identificarse, tener un ’role model’. Son personas que tienen una formación multidisciplinar, muchos son STEM pero también hay personas formadas en Ciencias Sociales, Letras y etc., que aportan su conocimiento en el desarrollo de soft skills, en labores pedagógicas, de acompañamiento, coordinación, logística”.

Es el caso de Miriam Paiz, jefa de equipo en la fundación y mentora STEM.  Después de 7 años dedicándose en exclusiva al cuidado de sus 5 hijos, decidió aprender a programar, un momento que le cambió la vida de forma radical.

UNA DEUDA CON LA SOCIEDAD

Mi crecimiento ha sido exponencial y ahora estoy trabajando en una de las empresas más importantes del país (México), tengo una carrera profesional prometedora, llena de oportunidades para crecer, superarme y avanzar”, afirma Paiz.

Por eso quiere transmitir, sobre todo a los niños, que no necesitan ser genios para aprender a programar o acercarse a la tecnología, ya que además sabe que es un sector que les recibe con los brazos abiertos. Para esta experta, iniciativas como las olimpiadas tecnológicas son fundamentales por los valores que aportan a niños y jóvenes que participan, más de 500 actualmente, que pasan por la responsabilidad, el trabajo en equipo, la creatividad y la confianza, además de la apertura a un mundo lleno de posibilidades, donde sólo ellos se ponen los límites.

Sin darse cuenta, desarrollan un pensamiento lógico que les servirá después para todos los aspectos de su vida”, añade Paiz.

Los expertos coinciden en que la mejor manera de que una persona se interese por algo es conociéndolo y controlándolo y, sobre todo, que exista una motivación o curiosidad previa. Esto es lo que hizo a Andrea Feliu, de sólo 6 años e hija de Paiz, participar en las olimpiadas. Su sueño siempre ha sido ser científica para encontrar la cura del coronavirus y Astrofísica, pero es consciente de que, para conseguirlo, tiene que estudiar mucho, por lo que una aproximación a través del juego y con el apoyo de su madre la atrapó desde el primer momento.

Estas navidades fue capaz de montar un robot siguiendo las instrucciones y además descubrió que podía añadirle o quitarle cosas.

Ahora quiero aprender a crear videojuegos que enseñen a los niños”, comenta, “estoy más cerca de la tecnología, sé utilizar TEAMS, hacer videollamadas, navegar o incluso inscribirme a juegos yo sola”.

Estos son sólo algunos ejemplos de los pequeños pasos que se dan actualmente para conseguir una mayor presencia de la mujer en el ámbito científico. Aún queda mucho trabajo por hacer, sólo el 7 por ciento de las jóvenes de 15 años asegura que quiere dedicarse a carreras técnicas, frente al 21 por ciento en el caso de los chicos, pero sin duda, inculcarles los valores y oportunidades que emprender este camino supondrá para todos los aspectos de su vida es un buen comienzo hacia su acceso y participación plena y en igualdad en el sector.

 

 

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