Ahora que las aguas han vuelto al río y ha pasado una semana desde que el Mobile World Congress cerró sus puertas, es un buen momento para echar la vista atrás y ver qué nos ha traído esta edición del 2018. Los dispositivos no han sido el principal exponente del congreso, con la excepción del esperado Samsung Galaxy S9 y S9 Plus2, el tope de gama de Samsung.
El protagonista indiscutible ha sido el 5G que ya tiene fecha de salida en el 2020, cuando la red se convierta en una realidad para la población. Para que esto ocurra, todo pasa por la estandarización de la tecnología, que transcurre por diferentes versiones abarcando aplicaciones más y más amplias, desde el núcleo de la red con la versión 15, que se aprobó en diciembre de 2017, como pistoletazo de salida para esta nueva era de las comunicaciones, hasta la versión 16 que se decidirá este mes. Esta nueva versión incluye la definición de lo que será el estándar móvil, por lo que en breve, podremos empezar a ver cuál será la siguiente generación de móviles conectados al 5G, que nada tendrán que ver con lo que ahora conocemos.
Enrique Blanco, director técnico de Telefónica, augura que estos teléfonos carecerán de almacenamiento interno porque la velocidad del 5G hará que el acceso a la información y los archivos se produzca de forma instantánea. Hecho que ayudará a reducir sus costes de producción, pero que también obligará a crear nuevas tarifas móviles que permitan ese acceso continuo a la nube.
La característica indispensable para que el 5G sea posible, el slicing o troceado de la señal, hace que los cimientos de la neutralidad de la red se tambaleen. Este troceado de la señal hace que cada móvil pueda demandar el tipo de señal que necesita dependiendo del servicio que tenga activo. Por ejemplo, ver una película en Netflix, no requiere de latencia y sí de ancho de banda, en cambio enviar un mensaje de WhatsApp, ni una cosa ni la otra. Cada servicio tendrá asignado una señal con diferentes características, optimizando así la red. Pero el troceado también da al proveedor de telecomunicaciones la información de qué servicio utiliza el cliente en su móvil, vulnerando los principios de la neutralidad de la red.
La industria ya está aplicando el 5G, lo hemos podido ver en brazos robóticos, vehículos y cadenas de montaje, la llamada cuarta revolución industrial, ya está ocurriendo, dando lugar a un nuevo sistema productivo, eficiente, gobernado por máquinas perfectamente sincronizadas gracias a este nuevo estándar de red.
Aunque el 5G convivirá con otras señales, hay quien se plantea si la fibra o el WIFI tienen sentido en un mundo el que la conexión móvil puede llegar a dar la misma calidad de conexión que la mejor fibra actual. Puede que ocurra como con el teléfono fijo, y poco a poco el resto de servicios de conectividad terminen desapareciendo hacia una señal convergente 100% móvil que no esté sujeto a un espacio y momento concreto.
Otros temas Jon Oleagael