Jon Oleaga el 16 abr, 2017 Hace prácticamente un mes del lanzamiento de Mass Effect Andromeda de BioWare, una década después del primer Mass Effect. Como siempre, esté mítico juego de rol, se desarrolla en el espacio, pero, esta vez, encarnamos un grupo de pioneros que van en busca de nuevos planetas que colonizar. Mass Effect, nos ofrece así un basto mundo abierto, aunque más correcto sería decir, universo abierto, con cinco planetas que explorar, algo que probablemente represente lo mejor del juego, cientos de horas de enfrentamientos y misiones secundarias. Comenzamos el juego al despertar en la nave, donde podemos elegir la personalización del personaje, entre los dos hermanos Ryder que encabezan La Iniciativa, responsable de la colonización. El problema, viene cuando al llegamos a la tierra prometida, y en vez de un sistema deshabitado, hay ya una serie de razas pugnando por él, y modificando su ecosistema hasta hacerlo inhabitable para los seres humanos. Aunque estamos frente a un título de rol, también nos encontraremos con ciertos toques de estrategia. Es decir, no sólo se trata de desarrollar misiones enfrentándonos a los enemigos, sino de decidir la actividad de los primeros emplazamientos. Lo que nos otorgará diferentes recursos que nos permitirán avanzar en la historia. Al fin y al cabo nuestro objetivo como punta de lanza de la colonización, será crear un entorno habitable para los primeros colonos, cuantos más de ellos dispongamos, más recursos tendremos a nuestra disposición para construir e investigar nueva tecnología. Estamos hablando de más de un centenar de horas de juego, si acabamos todas las misiones, además de la trama principal. Pero todos sabemos, que en un mundo abierto, probablemente sean muchas más. La historia, aunque no sorprende, ni es novedosa, atrapa desde el principio, con elementos como descubrir qué es esa tecnología alienígena que ambicionan los Kett, la raza con la que nos enfrentaremos desde el principio del juego. Los diálogos marcan el desarrollo del juego, cada decisión, cada contestación, creará un desarrollo de la trama alternativo. Podemos elegir contestaciones, más cerebrales, más emocionales o irónicas. Puede que el efecto no esté claro, y una conversación no cambie las cosas a simple vista, sobre todo con algunos diálogos que pueden parecer algo insustanciales. Pero, a la larga, el juego se va adaptando a las contestaciones que vayamos dando. El combate, aunque ha evolucionado mucho respecto a los últimos Mass Effect, no se siente completamente natural, es decir, aunque estamos ante un juego de rol, la acción en tiempo real y el combate siguen siendo aspectos importantes del mismo, y, aunque Bioware, se ha esforzado en automatizar alguna de sus partes para hacerlo más fluido, éste sigue siendo un tanto rígido. Por mucho que usemos las ruedas de poderes, hay veces que no son nada intuitivo su uso, sobre todo si de lo que hablamos es de combate en rápido. En definitiva, Mass Effect Andromeda es un juego que realmente merece la pena para los amantes del género. Todas sus opciones, y su mundo abierto, otorgan al jugador incansables horas de exploración y diversión. La profundidad justa para resultar entretenido. Es cierto, que algunas misiones pueden llegar a ser algo repetitivas, y que no es fácil controlar todos los aspectos del juego, pero pese a ello, sigue siendo un gran juego, digno heredero de la saga. Otros temas Comentarios Jon Oleaga el 16 abr, 2017