Aprovechando el “tirón” que le ha dado al HTC One obtener el título como mejor móvil del año 2013 en el Mobile World Congress, esta semana HTC ha anunciado el lanzamiento de un modelo renovado, el HTC One M8.
El HTC One M8, al igual que el anterior, tiene la cámara de fotos como uno de sus mayores argumentos de venta. Aunque sigue sin subir el número de megapíxeles, algo que podría haber convencido a muchos. Han incluido un segundo sensor, para conseguir una mayor profundidad de imagen y dos flash LED para calibrar la temperatura de la imagen. Veremos qué tal funciona, pero es complicado que puedan superar la calidad de un flash de Xenon como el que equipa el Nokia 1020.
HTC ya escogió un camino diferente al del resto de marcas en cuanto a su cámara, dándole más peso a la calidad, con un sensor Ultrapixel, donde el tamaño del píxel es de 2 um, que en aumentar el tamaño de las imágenes, que nos guste o no, es lo que realmente vende.
La rediseñada y optimizada interfaz BlinkFeed también tiene un aspecto fantástico, convirtiéndolo en un teléfono muy intuitivo.
El cuerpo del móvil también tenía un gran diseño en el HTC One anterior, y han querido mantenerlo, con ese acabado metálico y tan agradable al tacto, que da una impresión de alta calidad.
El problema de todo este despliegue tecnológico, y de calidad, es que también se refleja en el precio. 749€ por un teléfono móvil, se trata de una cantidad bastante elevada que no creo que esté al alcance de muchos bolsillos. Mucho más si tenemos en cuenta que la vida útil de un teléfono móvil son escasos dos años.
Tengo ganas de poder probarlo y ver su rendimiento, sobre todo el de la cámara.
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