Primero, soy un declarado fan de GoPro, sus productos tienen una calidad que su competencia no alcanza ni de lejos. Sobre todo, si estamos hablando de cámaras para un uso deportivo. Hace un año, buceando en el polo, la Sony NEX que llevaba se apagó debido a las bajas temperaturas bajo el agua, pero la modesta GoPro Hero 4, siguió grabando como si nada. Ahí es donde estamos pagando ese extra de calidad de diseño, materiales y fabricación de GoPro, por no hablar de la imagen.
Hasta aquí son los puntos positivos.
Si me seguís en redes sociales, como Instagram donde me encuentro más activo, habréis visto que utilizo GoPro y un estabilizador, GoPro Karma Grip. Un gran accesorio para la cámara que mantiene el plano estable esquiando, en bici o caminando. Sólo tiene dos fallos, que no se puede mojar, por lo que toda actividad acuática queda descartada, y que el estabilizador bloquea cualquier posibilidad de usar un micrófono externo.
Hace poco, debido al uso, el engranaje del estabilizador que conecta con el brazo se desplazó un milímetro, lo suficiente para que el roce hiciera que éste no funcionase y se llenase de traqueteos y ruidos. Estando en California, el lugar de origen de GoPro, la mejor idea me pareció llamar a soporte oficial para buscar una solución o reparación. Después de una hora al teléfono, enviarles varios videos e imágenes del problema, su solución respuesta fue, “nosotros no reparamos, tendrá que comprarse otro”. Es decir, para un dispositivo que cuesta más de 300€, si deja de funcionar la única solución que ofrece a compañía es comprar otro igual.
Antes de comprar otro y ya que el primero ya estaba inusable, compré en juego de destornilladores por 8$, y después de cinco minutos que tardé en desmontarlo y volver a montarlo, apretar todo de nuevo y revisar que los tornillos de las juntas no tuvieran holgura, el Karma Grip ya estaba funcionando como el primer día.
En un mundo en el que tenemos un problema de consumo, donde en vez de reparar lo estropeado, compramos uno nuevo, acumulando montañas de basura, GoPro no lo está haciendo bien. Una reparación que ha supuesto cinco minutos, y como mucho sustituir un tornillo, GoPro no le ha podido dar solución. Para aquellos que penséis en comprar un producto GoPro, tenéis que saber que una vez cumplido el periodo de garantía, no hay manera de hacer ningún tipo de reparación.
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