La vida diaria está llena de «avisos», de «peligros» cotidianos a los que nos enfrentamos y ante los que actuamos de forma diferente, según en qué etapa de nuestra vida nos encontremos. Si somos más viejos la experiencia será un grado, pero si todavía somos jóvenes y con todo un mundo por descubrir, las consecuencias de los actos y la relación con ellos, se sufren de forma muy distinta.
Para el escritor y profesor de universidad Javier García Rodríguez (Valladolid, 1965), esos avisos de la vida representan muy bien lo que vivimos, y más en la adolescencia y en la juventud. La vida nos muerde como esos perros de los que sus amos dicen: -No te preocupes acércate que no muerden. Pero mientras se va viviendo, esa vida mordisquea nuestro ser y le hace heridas que pueden sangrar, para luego algunas cicatrizar, o no. Claro que también nosotros le podemos dar grandes bocados a la vida y aprovecharla al máximo.
García Rodríguez, es una gran exponente cuando se pone a tejer y destejer el manto de la cotidianidad que nos rodea, y sobre todo con los jóvenes, a través de sus palabras, mediante un acercamiento a un momento vital de la vida de un ser humano, que es la etapa de aprender a hacerse mayor. Como su obra «Miedo a los perros que me han dicho que no muerden» (SM). Un libro de poesía juvenil que ha cogido como fuente de inspiración poética uno de los versos del poema Miedo, de Raymond Carver.
En el libro, el autor vallisoletano reduce a lo esencial, y despoja de elementos sobrantes esa realidad juvenil, a través de un verso libre y creativo, que muestra un día al que puede enfrentarse un joven o una joven en su cotidianidad, desde que se levanta a las 7:30, sintiendo que ir al instituto es ir a la guerra, comienza el desfile de versos mostrando ese multiverso al que se puede enfrentar, y la vida, en el confluyen y se relacionan el amor, el desamor, la amistad, las decepciones e incluso el desasosiego, que se quiera o no, forman parte de la inspiración de lo cotidiano.
«Te levantas de la cama y es ‘la guerra’. Sales y encuentras en la poesía lo que necesitas. El mundo y tú dejáis de ser inseguros».
«El agua caliente que te reconforta, la ropa que vistes, el desayuno que tomas, el parque que atraviesas, los carteles que brindan sorpresas, las conversaciones cazadas al vuelo en la cafetería, las miradas furtivas, las redes sociales que te pescan, la noche… lo que sientes cuando no sabes lo que sientes».
Con ilustraciones de Naranjalidad (seudónimo de Beatriz Ramo) la ilustradora alicantina se caracteriza por realizar un gran trabajo, en el que la casi constante presencia femenina es parte esencial en su obra. Aderezada con evocadoras atmósferas de naturaleza, colores y ligeros toques surrealistas, casan a la perfección su trazo y las palabras de García Rodríguez. En un alarde de destreza gráfica en el manejo del carboncillo, y la acuarela desarrolla poemas visuales en forma de conversaciones de WhatsApp, o publicaciones de Instagram y Twitter, que tocan todos los temas propios de esta edad, dando un resultado muy actual, casi real y sobre todo original en el que se puede plasmar una poesía diferente.
El libro forma parte de la campaña «Orgullosa de ti» de SM para promover la igualdad a través de la lectura. Desde SM buscan educar a través de una lectura constructiva que haga pensar y transmitir valores a los más jóvenes, ya que «los libros influyen en la formación de los hombres y las mujeres del mañana; por ello, en SM ponemos especial cuidado en nuestras publicaciones, en el uso del lenguaje y en nuestros personajes. Apostamos por historias donde no hay diferencias entre ‘cosas de chicos’ y ‘cosas de chicas’, donde las protagonistas son fuertes e independientes. Nos gustan los libros que rompen con los estereotipos y con el lenguaje sexista».
Los poemas expresan algo más que la mera transcripción de palabras, emiten sensaciones, sentimientos, tocan el fondo de las personas, para que así puedan salir desde lo más íntimo de cada uno perspectivas constructivas y que aporten valor a la propia persona y al entorno en el que se mueve. «La poesía aparece de manera habitual en lugares, formatos, géneros y discursos que no son eso que tradicionalmente llamamos poema», cuenta el autor, que quiere hacer evidente con sus palabras esta realidad poética múltiple en un día cualquiera. Este profesor de literatura de la Universidad de Oviedo aspira a que este libro les haga «pensar, emocionarse, discutir y divertirse».
En definitiva, un libro fresco de poesía actual para jóvenes, construido con los materiales y herramientas aportados por la sociedad del presente y que mira a un futuro más igual y conciliador.
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