Coincidiendo con la vuelta de Rivera Ordóñez a la plaza de Huesca un año después de la terrible cogida que sufrió el 10 de agosto de 2015, el torero de dinastía hizo unas declaraciones al rotativo Heraldo de Aragón que no tienen desperdicio, sobre todo en lo relacionado con la opinión que tiene sobre los periodistas taurinos.
Dice el diestro a la pregunta de Javier Clavero de si se valora en su justa medida lo que los toreros exponen:
-No. Y ahí tienen mucha culpa los periodistas taurinos. Leo las crónicas y solo se destaca lo malo. Entonces pienso: O yo, que he convivido tantos años con el maestro más grande que ha nacido, mi abuelo Antonio Ordóñez, no entiendo nada de toros, o no he visto el mismo espectáculo que ellos. Se confunde el decir la verdad con criticar.
Y se queda tan ancho, aunque quizás se dejó en el tintero el trato del roserío hacia la Fiesta. Seguro que fue sin querer. Pero si el nieto de Ordóñez dice que la culpa es de los periodistas taurinos será por algo. Que le tienen manía, o algo así. Que no destacan lo bueno.
No sé lo que debe leer este hombre, porque si hoy lunes 15 de agosto uno se da una vuelta por diarios y portales taurinos, se encuentra con el triunfo incontestable de El Juli en su gran tarde con José Tomás en Illumbe, o la lección magistral de Ponce en Gijón y hasta la salida a hombros de El Fandi y Manzanares en Pontevedra y del joven David Galván en El Puerto.
Pero hombre, si hasta de su triunfo en Huesca se destacó sobre manera lo buena y generosa que es la gente de esa tierra, no diga que solo lo malo…
Entre barreras
por
Ángel González Abad