Ángel González Abad el 10 oct, 2013 Ambiente más que tenso en esta Feria del Pilar, a la que se ha llegado con una empresa -Serolo-, a la que la propiedad -Diputación de Zaragoza- quiere deshauciar y que ha anunciado un número de festejos sensiblemente menor a lo contratado. Y dentro de esa tensión, las caídas de toreros en los carteles se han sucedido en los primeros días. El martes, un novillero, y en la corrida del miércoles, Jiménez Fortes manda parte facultativo y la empresa decide que la tarde se quede en un mano a mano. Se barajaron otras opciones, y la sustitución se llegó a ofrecer al diestro catalán Serafín Marin, muy querido de la afición aragonesa. Al final, Marín dijo no, y en la misma mañana de festejo sus mentores se pusieron en contacto con la Diputación de Zaragoza para justificar la ausencia. Cuáles serían las condiciones económicas que Serolo le ofreció que el catalán por dignidad se negó a aceptar. La llamada a la propiedad de la plaza fue para dejar claro ante los aficionados que él no renunciaba a torear en La Misericordia, pero que en conciencia no podía aceptar lo ofrecido. Cosas de despachos que dejan a las claras por la senda que ahora camina la plaza de Zaragoza. Toros Tags El PilarSerafín MarínSerolotorosZaragoza Comentarios Ángel González Abad el 10 oct, 2013