Se dice pronto, pero bien difícil es alcanzar esa cifra: 42.000 espectadores registró la corrida de este domingo en la Monumental de México, según la crónica de Guillermo Leal.
La taquilla conseguida por El Juli y Diego Silveti es digna de elogio en tiempos en los que parece cantarse más lo negativo que lo positivo.
Que levanten la mano los artistas y espectáculos culturales que congregan semejante entrada.
No abunda tan abultada taquilla últimamente. Un ejemplo claro: me remonto hace una semana, en Manizales, donde dos estrellas de la canción, Alejandro Sanz y Carlos Vives, apenas lograron llenar media entrada en el estadio de Palogrande (unos 20.000 según los manizaleños que nos acompañaron en el concierto -fantástico, por cierto, el recital al son de “La música no se toca” y “Volví a nacer”-). Ambiente había sobre el campo pero más de la mitad de las butacas estaban vacías. Todo lo contrario a lo que unas horas antes se había vivido en la Monumental manizalita -donde El Juli había cuajado la faena de la feria-, que prácticamente estaba llena (vale, menos aforo).
La entrada registrada durante toda la Feria de Manizales (incluso casi tres cuartos de entrada en la novillada) y la de este domingo en el coso de Insurgentes desmonta la teoría de aquellos que afirman que el toreo no interesa. Mire, no le interesará a “usted”, pero a muchos sí. Pongamos que hablo de que el domingo, solo en México, interesó a 42.000…
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