La sombra, el recuerdo del mítico toro blanco de Osborne sobrevoló Las Ventas desde que “Agitador”, el segundo toro de Fuente Ymbro de la segunda corrida de San Isidro, saltó al ruedo. El precioso ensabanado hizo pelea de bravo y puso todo de su parte para que su matador, Paco Ureña, abriera la Puerta Grande.
Como aquel “Atrevido” de Osborne que pasó a la historia hace casi medio siglo, el 15 de mayo de 1966, por obra y gracia de un torero: Antoñete; otro toro blanco ofreciendo la gloria a su matador, otro toro blanco para soñar el toreo.
Pero la diferencia del ayer al hoy ha estado precisamente en el hombre vestido de luces. Escribía Cañabate en ABC sobre aquel toro y aquel mechón blanco: “Esto es diferente, esto no tiene nada que ver con lo que vemos todos los días, con lo adocenado, con lo trivial, con lo grotesco» y sentenciaba el crítico de ABC: «No es un toreo de ayer, ni de hoy, sino de siempre». Pues desgraciadamente, lo que le faltó al toro blanco de hoy fue precisamente ese toreo que no es de ayer ni de hoy, sino de siempre.
La sombra blanca de aquel “Atrevido” de Osborne…
Entre barreras
por
Ángel González Abad