Rosario Pérez el 10 abr, 2013 Andan los animalistas «disgustados», según recoge un teletipo de Efe. La pesadumbre se debe a la aprobación de un reglamento taurino por parte de la Generalitat para regular los festejos taurinos. Espectáculos que no son otros que los correbous, ese granero de votos imprescindible y goloso que tantas veces nos ha recordado mi compañero Ángel González Abad. Por una vez, y a mi manera, casi que me sumo a la pataleta, pero por motivos bien distintos: la contradicción del Govern catalán clama al cielo y hasta al infierno. Resulta que esos mismos que dejaron a la afición catalana sin toros desde 2012 por su prohibición de las corridas con excusas animalistas se vuelcan con los correbous. Incluso no se andan con chiquitas para ensalzar sin rubor «el valor de las tradiciones». Salvaguardan estos festejos populares y lo regulan exigiendo respeto. ¿Respeto ustedes (hay excepciones, claro) a qué? ¿Qué pasa con la tradición de las corridas, tan enraizadas en Cataluña? Váyanse con el cuento a otra parte, y llamen a las cosas por su nombre: mentira, odio a todo lo español y sed de votos en las Tierras del Ebro. Otros temas Comentarios Rosario Pérez el 10 abr, 2013