Llegaron los marinos de la Fragata Libertad a Buenos Aires. Tristeza, decepción y alegría al mismo tiempo en el reencuentro con sus familiares. Aterrizaron en Ezeiza de madrugada en un vuelo de Air France (lo de Aerolíneas hubiera sido correr otro riesgo de embargo). Imposible aislarlos pese a la hora. Algunos hablaron, otros prefirieron el silencio. Abajo una galería de fotos que refleja el escenario. Para ver la película este otro vídeo de la BBC. En Ghana quedó el capitan del buque escuela y medio centenar de marinos. La espera será larga. Cada día que el buque sigue atracado en el Puerto de Tema le cuesta al Estado una fortuna. Quizás, habría sido más práctica, más rápido y menos problematico para el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y para el orgullo argentino, pagar la fianza de veinte millones de dólares, soltar amarras y esperar un fallo judicial que le de o le quite la razón frente a los fondos de inversión (especuladores o buitres) que reclaman el pago de la deuda que figura en sus bonos argentinos.