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Blogs El talón de América por Carmen de Carlos

Las cuentas de Hebe de Bonafini en España y las campañas K

Carmen de Carlos el

Sergio Schoklender, el parricida virtualmente adoptado por Hebe de Bonafini, decidió abrir el ventilador. Apoderado hasta hace unos meses de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, acusa a su presidenta de financiar campañas de Cristina Fernández  de Kirchner, su candidato a vicepresidente y actual Ministro de Economía, Amado Boudou y de otros miembros del Gobierno, con fondos del Estado destinados a  viviendas sociales.

Schoklender presentó dos denuncias donde confirma sus amenazas de días pasados en las que advertía: “Voy a hablar de todo y de todos… Todo estuvo bien hasta que murió Néstor (Kirchner) (…) Querían que pasaran los días hasta después de las elecciones pero ahora van a tener que escucharme”, amenazó. La sombra de Bonafini hasta el pasado mayo, mes en el que se destapó un descomunal desfalco en la fundación de las Madres, dejó muy mal parada a Bonafini al revelar que ésta, además, tiene cuentas corrientes ocultas en el extranjero. Entre los países donde presuntamente Bonafini habría desviado fondos públicos en provecho propio, figura España. Shoklender, en su denuncia, precisa que la cuenta corriente estaba abierta en la Caja de Ahorrros de Asturias (CajAstur).

El polémico juez federal, Norberto Oyarbide, responsable de la investigación, solicitó por exhorto que CajAstur confirme si son ciertas las denuncias de Shoklender y, en efecto, Bonafini posee una cuenta de unos dos millones de euros en nuestro país. Bonafini, conocida en España por su defensa de Eta y por celebrar el atentado a las torres gemelas, lo niega. Sus portavoces reconocen que existió una cuenta donde se recibían donaciones y depósitos por presuntos convenios o acuerdos con el Principado de Asturias, el ayuntamiento de Oviedo y Canarias. En la cuenta  de CajaAstur, aseguran, nunca hubo fondos superiores a los cien mil euros.

La Fundación Sueños Compartidos, dependiente de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, recibió más de ciento cincuenta millones de euros para la construcción de viviendas de protección oficial. Ni las obras ni las cuentas fueron fiscalizadas debidamente. El ex protegido de Bonafini, según las acusaciones judiciales, desvió los fondos por medio de empresas suyas (Meldorek) y llevó un tren de vida de lujo y ostentación. El hombre, condenado con su hermano Pablo, por el doble asesinato de sus padres, se movía en automóviles deportivos, compraba casas de campo, y tenía a su disposición modernos jets, En estos, según dice, habría viajado acompañado de, entre otros, el gobernador del Chaco, Jorge Capitachich, ya la ministra de Producción, Debora Giorgi.

La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, inicialmente, despreció las denuncias de malversación de fondos de su fundación. Posteriormente, abierta la causa judicial, se lavó las manos y culpó a su favorito y por entonces apoderado de todos los desmanes: Sergio Schklonder.

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