Volvió. Tres meses después del nacimiento de su hijo, Diego Fernando, el ex futbolista, Diego Armando Maradona, regresó a Argentina y vio de cerca a su último retoño. Maradona reconoció legalmente al crío dos meses después de nacer pero hasta ahora no lo había visto en persona. Los que le vieron antes a él y más cerca de lo esperado fueron los fotógrafos que recibieron una buena tanda de piedras por seguirle en la autopista.
“El Diego”, como se conoce en Argentina al que fuera la gran estrella del fútbol mundial antes de caer en las drogas y el alcohol, hablará en un popular programa de la televisión argentina para contar, una vez más, su vida, sus pecados y el milagro de su permanente resurrección.
El aterrizaje de Maradona, como es costumbre, fue algo accidentado. Un enjambre de prensa y aficionados le esperaban en el aeropuerto de Ezeiza. El ex seleccionador argentino, más delgado, tuvo un altercado con los periodistas. Pese a ser un hombre de verbo fácil, Maradona, con lengua de trapo, tuvo que esforzarse para hablar con propiedad. Tampoco le ayudaban los empujones de la gente y de las cámaras.
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