El cacerolazo de Cristina Kirchner

Cristina Kirchner rompió su mutismo sobre el paro del campo en mala hora y con peores formas. Después de permanecer muda durante casi dos semanas pronunció un discurso ofensivo y despectivo. Calificó las movilizaciones de los productores agrícolas de paso de comedia. Les acusó de extorsión y de formar piquetes de la abundancia.
Las consecuencias fueron el resultado de un discurso prepotente y provocador. Miles de personas rescataron las cacerolas guardadas con las que echaron a Fernando de la Rúa y volvieron a oírse latiguillos conocidos: ¡Que se vaya! ¡Argentina, Argentina!
Las columnas de los manifestantes, aunque menos numerosas, bajaron como un caudal desbordado por la Avenida Callao, la 9 de Julio y la de Libertador. Antes de la medianoche cercaban la Casa Rosada sin hacer uso de la violencia.
Otros grupos enfilaron y llegaron a la Quinta de Olivos, equivalente a la Moncloa. Igual que en diciembre del 2001, cuando cayó De la Rúa.
En las provincias, tanto grandes como pequeñas, la gente copó las plazas y los piquetes en las carreteras se multiplicaron. Idéntico a la víspera del batacazo de De la Rúa.
La multitud se tiró a la calle después de escuchar a la Presidenta burlarse con ironía del paro del campo. De la Rúa no ridiculizó la crisis ni los saqueos, sencillamente dirigió un discurso a la Nación en el que dejaba claro que vivía en otro mundo. No se enteraba de nada.
Cuando Cristina Kirchner habló demostró que también vive a años luz de la realidad. Creyó que el campo eran unos y resultó que eran muchos. ¡Argentina, Argentina! Coreaba un remolino de gente en Plaza de Mayo empeñada en poner en duda la virtud de la madre de la jefa del Estado.
Horrorizada con la similitud de escenas Cristina Kirchner abandonó la Casa Rosada en automóvil cuando a diario llega y se retira en helicóptero, el vehículo en el que Isabel Martínez de Perón y Fernando de la Rúa utilizaron para abandonar definitivamente el Gobierno.
Antes de las 12 de la noche un hecho abrió un abismo entre la historia de Fernando de la Rúa y la de Cristina Kirchner. La guardia de choque del matrimonio presidencial: Luis D´elía y sus piqueteros. La turba que sobrevive con los subsidios del Gobierno en este momento embiste contra los manifestantes. La gente les llama mercenarios pero llevan palos, banderas y son diestros con los puños.
Crónica TV, el único canal de televisión que retransmitió y retransmite en este minuto los cacerolazos desde que empezaron, lo da en directo. De momento, sólo de momento, igual que con De la Rúa.
Última hora:
Hoy miércoles por la noche se repiten las escenas de violencia de ayer de piqueteros K contra manifestantes a las puertas de la Casa Rosada. ¿Alguien sabe dónde está la Policía?