Mario Vargas llosa anticipó el resultado de las elecciones y lo ilustró con una imagen cruel: Elegir entre el cáncer y el sida. El premio nobel de literatura resumía de este modo la hipótesis, hoy hecha realidad, de una segunda vuelta entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori. Los peruanos, sanos o enfermos, decidieron que quieren un presidente polémico, con familiares entre rejas y pasado, en el mejor de los casos, controvertido. Ellos guisaron este resultado y ellos se lo tendrán que comer. Los que renieguen del plato que pidan explicaciones a su clase dirigente, a los políticos y a una sociedad que sigue empeñada en ver pero no mirar a los ciudadanos que menos tienen y más necesitan. Humala y keiko no son más que una expresión de eso, del descontento, del abandono y del egoísmo de otros.