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Blogs El talón de América por Carmen de Carlos

El “brexit” hispanoargentino

Carmen de Carlos el

Algunos argentinos ven en el “brexit” una oportunidad. Imaginan el Reino Unido hecho un rompecabezas del que pueden sacar partido. Leen con entusiasmo que Escocia calienta motores para un nuevo referéndum separatista y para colmo, Irlanda del norte echa leña al fuego del separatismo para convocar el suyo. Ambos territorios consideran que pactaron unas condiciones para permanecer dentro de las islas británicas y ahora se las han cambiado. Ya no son más lo que les dijeron que eran.

Ese escenario, especulan los argentinos más optimistas, puede ser buen abono para apretar las tuercas con Las Malvinas y forzar a Londres a sentarse –como le pidieron hace años en la ONU– a negociar. En esa batalla vislumbran a España como un buen aliado. Aunque los casos no sean parecidos ni de lejos, suponen que la sensibilidad de los españoles con Gibraltar  es similar a la que ellos tienen con Malvinas.

En esta cadena de especulaciones sospechan que en el próximo Gobierno, con Cameron fuera del poder y Gran Bretaña sin el respaldo de la UE, los recortes en las “Falklands” serán inevitables. Fantasean, por qué no, que hasta los malvinenses (nunca “kelpers”) podrían convocar otro referéndum para intentar ser parte de la UE como la Irlanda del norte y Escocia pero -se dicen ellos mismos- solitos y tan lejos del viejo continente, lo tendrían crudo (del que carecen). Si hacen las cuentas, los números les pueden fallar en breve. La caja registradora en las islas funciona con la pesca que, en su mayoría (el 90 por ciento) va directa a Europa. ¿Dónde recalarán ahora sus preciados calamares? Las nuevas fronteras lo serán también para ellos y… no son gratis.

“Brexit”, la dichosa palabra inventada por una mente retrógrada, ha provocado ilusiones en Argentina como éstas. Para algunos un delirio, para otros una posibilidad cierta de acariciar el cielo de las islas del Atlántico Sur con los dedos de la mano y… la planta de los pies. Más o menos, un sueño como el expresado por el todavía ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García Margallo, convencido de que, ahora, “la bandera de España en el Peñón de Gibraltar está mucho más cerca”.

                                                           A soñar que son dos días y uno suele ser de pesadilla. El último “meme” argentino

                                                                                           La respuestas de los “Kelpers”

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