Buenos Aires. Carmen de Carlos-
Cristina Fernández de Kirchner va de bronca en bronca y tiro porque me toca. Después de intentar despedir por decreto al Presidente del Banco Central, Martín Redrado, ahora dispara contra el Vicepresidente Julio Cobos. El problema es que las balas rebotan en su espejo y se estrellan en el corazón de la imagen de Argentina. La presidenta ha decidió suspender un viaje a China porque no se fía de su compañero de fórmula en la papeleta electoral que la encumbró en el poder en el 2007. La Jefa del Estado ha hecho público su temor a que Cobos, que hasta ahora jamás se ha aprovechado de sus ausencia, le haga una jugada sucia y mandé al Congreso el tema de Redrado y los dichosos Fondos del Bicentenario. Se trata de unos miles de millones que, se supone, serían destinados a saldar la deuda impaga que arrastra el país desde el 2001 y de la que tanto ella como su marido presumieron de no pagar. Si piensa que con esa decisión abre el paraguas para que no le salpique el chorreo de críticas se equivoca.