El choque de trenes de hoy en Bueno Aires ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de modernización de los ferrocarriles. Los últimos doce meses se registraron cuatro accidentes que dejaron un saldo trágico con jóvenes estudiantes muertos y trabajadores. En el Sarmiento los pasajeros protestan porque sienten que viajan como ganado. Van apretujados, viajan, en ocasiones, con medio cuerpo fuera y cuando alguno cae nunca es la primera vez. A estas horas los bomberos se desesperan tratando de recatar, con un sistema de poleas, a más de medio centenar de personas que siguen atrapadas. No se sabe el número de víctimas mortales pero hay certeza de que la historia, la más dramática de los ferrocarriles argentinos, se repite.