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Blogs Cosas del cerebro por Pilar Quijada

El lastre de la presión psicológica en el deporte y en la vida

Pilar Quijadael

“La presión psicológica puede afectar al rendimiento de manera negativa, bien sea en el deporte u otros entornos en los que las circunstancias favorables y la expectativa propia y de los demás “obligan” a tener éxito. Le ocurre a bastantes deportistas, y también a muchas personas que se enfrentan a desafíos en los que ese estrés les supera y comprometen su autoestima. A la trascendencia de la situación (una final de ámbito mundial), ya de por sí muy estresante, se une el temor a fracasar con el viento aparentemente a favor, lo que resulta más amenazante que un posible fracaso en condiciones adversas. El problema se acentúa si además existen experiencias previas de fracaso en retos similares y predomina la urgencia de lograr lo que se resistió antaño. Si encima se trata de personas que carecen de habilidades para controlar el estrés, es lógico que el rendimiento se deteriore; casi siempre, no mucho; pero sí lo suficiente como para no alcanzar el buen resultado que parecía claro.  En el deporte, y en otros escenarios, la diferencia entre el éxito y el fracaso puede ser muy pequeña (en los 100 metros lisos son décimas, incluso centésimas), por lo que puede bastar un rendimiento mínimamente más bajo para que el resultado que se persigue no se consiga.

    En las carreras de velocidad, al no existir interacción entre los contendientes, lo importante es que el atleta se centre en su propio desempeño. Es cierto que en algunos casos (sobre todo en las series clasificatorias) los mejores pueden dosificar su esfuerzo en función de la referencia de sus rivales, pero en los momentos clave es el rendimiento personal lo que trasciende. Si haces bien tu carrera, la probabilidad de batir a los adversarios será mayor que si corres por debajo de tus posibilidades. Por tanto, el verdadero fracaso de Powell no está en no ganar, sino en rendir peor de lo que podría cuando se enfrenta a los desafíos más amenazantes. Ocurre lo mismo a muchos otros, deportistas o no, más preocupados por ganar que por hacer bien el trabajo, sin darse cuenta de que esto último es el único camino para alcanzar la victoria.

La Psicología no solo permite explicar fenómenos de bajo rendimiento como el de este atleta, sino que además aporta las soluciones“.

Tomado del blog de José María Buceta, Pofesor de Psicología en UNED, experto en psicología deportiva

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Salud Pilar Quijadael

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