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Blogs El bochinche venezolano por Ludmila Vinogradoff

No más Papá Estado

Ludmila Vinogradoff el

El presidente Nicolás Maduro ha vuelto a sorprender al anunciar el fin de su populismo 15 años después de haberlo practicado hasta la saciedad para mantenerse en el poder. Para decir adiós al paternalismo o al papá gobierno el mandatario no fue tocado por una brizna de escrúpulos, no nada de eso, sino que ya no hay dinero porque la bonanza petrolera llegó a su fin con la entrada de las vacas flacas.

Bueno,  ya los fondos no alcanzan para estar regalando a manos llenas como antes, por lo menos, con la entrega de las viviendas públicas a las que se han inscrito más de cinco millones de personas con la esperanza de recibir un techo que nunca será de su propiedad.

“Hace falta ponerse las pilas y ponerse a construir de verdad y dejar (de esperar) que llegue el Papá Estado desde arriba y resuelva todo; es la hora del pueblo, que el pueblo se ponga a construir con sus manos, con su creatividad, con su ingenio; (…) no solamente acostumbrarse a ‘dame lo mío’, reiteró Maduro en el mejor tono de cinismo.

Lo dijo en un programa televisado del programa social la Gran Misión Vivienda Venezuela, en el municipio Sucre de Caracas,  hace tres días. “Ha llegado la hora de que cada quién asuma su responsabilidad, su deber. Yo vengo a exigirle a nuestro pueblo que asuma su responsabilidad en las comunidades, de construir comunidades de paz, de construir hogares de amor, hogares de la patria de verdad”.

Venezuela tiene un déficit de un millón y medio de viviendas. En los últimos 15 años el chavismo apenas ha construido un poco más de 300.000 viviendas cuando en los gobiernos democráticos se levantaban 100.000  cada año. El chavismo ha captado a sus clientes electorales con la promesa de recibir una vivienda, entre otras ofertas como una nevera, cocina, lavadora, televisor, a cambio del voto.

El problema es que ahora no hay construcción masiva de viviendas ni del sector público ni del privado porque no hay dinero dada la profunda crisis que vive el país. Y aunque uno quisiera construir por su cuenta, tampoco hay materiales de construcción por la escasez de hierro y de cemento.

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