La versión de “todos por uno y uno por todos”, que se juraban los tres mosqueteros de Alejandro Dumas, no ha tenido mejor expresión en América Latina que la mostrada hoy en Buenos Aires en el seno de la Unión de Naciones de Suramérica, Unasur, con motivo de los sucesos violentos en Ecuador.
Sea lo que sea: intentona golpista, disturbios, motín policial, show o revuelta frustrada, que ha dejado cuatro muertos y decenas de heridos por reclamar mejoras salariales de los policías, los socios de Unasur se movilizaron rápido para brindar apoyo a Rafael Correa.
García y Chávez en Buenos Aires
Sin entrar en definiciones, la anfitriona de la reunión extraordinaria, la presidente de Argentina, Cristina de Kirchner, dijo que había “sutiles formas de desestabilización” en la región.
“Honduras estaba lejos, pero ahora los tiros sonaron cerca en el vecindario, y por eso no dudé un instante en llamar a los presidentes y auto convocarnos aquí para apoyar el proceso democrático en Ecuador”, remarcó Fernández de Kirchner.
La reunión se produjo en la madrugada de este viernes en la capital argentina para analizar la situación en Ecuador, junto a su esposo que es el ex presidente argentino y secretario general de Unasur, Néstor Kirchner.
Sonrientes en Argentina
El foro político regional “condenó energéticamente el intento de golpe de Estado y posterior secuestro del presidente Rafael Correa”. También pidió que se juzgue a los responsables y advirtió que aplicará sanciones en futuros casos de desestabilización del orden constitucional.
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