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Blogs El bochinche venezolano por Ludmila Vinogradoff

La normalidad anómala

Ludmila Vinogradoff el

Con su giro al capitalismo salvaje Nicolás Maduro busca una normalización de su régimen que no lo ha podido lograr ni un solo día a lo largo de sus 8 años en el poder y cada vez está en peores condiciones de alcanzar esa estabilidad anhelada que le ha sido tan esquiva.

Su gobierno comenzó con mal pie aquellas elecciones del 14 de abril de 2013 cuando le robó los votos a la oposición, a decir de su candidato Henrique Capriles, que no tuvo el valor de pelear la Presidencia arrebatada.

A wanted poster offering $15 million dollars for information leading to the arrest and conviction of Venezuela’s President Nicolas Maduro is seen after being released by the U.S. Drug Enforcement Administration (DEA) as Maduro and more than a dozen other top Venezuelan officials were indicted by the U.S. Justice Department on charges of “narco-terrorism” in Washington, U.S. March 26, 2020. DEA/Handout via REUTERS. ATTENTION EDITORS – THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY.

El chavismo lleva 22 años en el poder y con Maduro en los últimos 8 años. Venezuela está irreconocible, en ruinas y quebrada. No hay piedra sobre piedra en la tierra de gracia.  Todo está destruido como si le hubiera pasado la hormiga marabunta por encima o le hubiera caído la bomba solo mata gente. Esta ha sido una guerra soterrada, como dice Marcel Granier de Radio Caracas TV.

El tan cacareado “socialismo siglo XXI” del extinto Hugo Chávez solo se traduce en hambre, miseria, miedo, corrupción, represión y éxodo (5,5 millones de venezolanos migrantes), que su hijo heredero Maduro ha multiplicado al máximo para poder subsistir pese a los 15 millones de dólares por la recompensa de su captura que le ha dictado la justicia de EEUU.

Para ser objetiva busco una obra positiva del chavismo o madurismo y no lo encuentro. Quisiera mencionar algo destacable y solo veo gente hurgando en la basura para comer, colas de coches porque no hay gasolina, ni alimentos, ni medicinas, ni agua, ni electricidad, ni vacunas contra el covid para el 96% de la población, según la encuesta de las universidades Encovi.

Choca ver las torres de trenes inconclusas entre otras obras, la devastación del Arco Minero por el robo del oro, diamantes y coltán en la selva amazónica, las arcas vacías de la República, los comercios y las universidades cerradas y paro de contar después que le ingresaron al país más de 800 mil millones de dólares que se fueron por los albañales de la corrupción. Y lo peor la inmoralidad, la falta de ética, el terror, la inseguridad y el caos que se han hecho normales en esta dictadura.

La normalidad bajo el régimen de Maduro está hecha a la medida de aliados y socios suyos como Cuba, Rusia, China, Irán y Turquía tan extraños para la cultura e idiosincrasia de los venezolanos que ni en 100 años o tres generaciones podrían cambiar y asimilar otras formas diferentes que las de sus raíces hispanas y norteamericanas que las llevan en sus genes culturales.

Maduro aparenta no importarle quedarse aislado por sus rabietas inaceptables de amenazar e insultar a la Unión Europea. En el fondo cree que con el apoyo de sus socios rusos, cubanos e iraníes es suficiente para mantener el control del país. Pero no es verdad hasta ahora ninguno de ellos ha hecho algo por el desarrollo de Venezuela sino para sacar y aprovecharse de sus recursos para sus intereses como tener un territorio para confrontar a los Estados Unidos en sus narices.

La normalización de la dictadura chavista pretende seguir los pasos de la cubana que luego de 60 años ya no puede lucir como bandera en los avances en la salud ni la educación. Lo único que la salva es la seguridad que hay en las calles de la isla caribeña pero ya sabemos que es a punta de la férrea represión y el control social de la dictadura.

Venezuela no será otra Cuba pese a los planes de los castristas. Y a lo largo de 22 años ha demostrado que no ha podido copiar al pie de la letra lo bueno de la isla pero sí todo lo malo a su máxima potencia. Ese es su talón de Aquiles, la maldad y la crueldad del régimen de Maduro va a superar su plan de normalizar algo anómalo cuando las mafias que lo sustentan se tragarán a sus vástagos en guerras intestinas como la bestia que se come a sus propios hijos según las mitologías antiguas.

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Ludmila Vinogradoff el

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