Algunos han estado poco tiempo tras las rejas por ser rebeldes y protestar contra el gobierno, por ser disidentes políticos o simplemente por pensar distinto. Otros sin embargo llevan un año, dos años, y hasta más de 10 años privados de su libertad en las cárceles venezolanas.
Pero ahora tienen la certeza de que falta poco para salir en libertad con la Amnistía y Reconciliación Nacional que va aprobar el parlamento unicameral de mayoría opositora, entre las primeras leyes que va a sacar la nueva legislatura, le guste o no al Ejecutivo.
Ellos son los 76 presos políticos de los últimos dos años, entre ellos los emblemáticos Leopoldo López, Daniel Ceballos, Manuel Rosales y Antonio Ledezma. También unos 5.000 que han tenido que exiliarse por la persecución, y se cuenta una cifra de hasta 30.000 venezolanos que viven el destierro en el extranjero por causas políticas y económicas. La amnistía abrirá las puertas para su retorno.
El caso del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, es de antología. Fue detenido o secuestrado hace once meses y se encuentra todavía en el limbo judicial porque lo han convocado a 10 audiencias que han sido diferidas una tras otra, sin que haya comenzado su juicio.
Los maltratos y torturas que han sufrido en el encarcelamiento han dejado huellas no solo en el alma sino en la piel de las víctimas. Es el caso de los estudiantes detenidos desde hace casi dos años en la tenebrosa “La tumba” de los sótanos del Sebin, la policía política.
También es el caso de los hermanos Joselyn y Johan Prato, detenidos el 21 de agosto de 2015 por abuchear en la playa de Morrocoy a la esposa de Diosdado Cabello y ministra de Turismo, Marlenys Contreras. , presentan marcas de haber sido golpeados, según expresaron, desde su detención hace cinco meses.
Joselyn Prato fue liberada el 29 de octubre de 2015 y presenta moretones en su pómulo y su ojo derecho, publicó NTN24.
“Yo llegué a sufrir un estado de desnutrición, llegué a pesar 35 kilos. Fui obligada a comer alimentos con gusanos“, dijo en un encuentro de familiares de presos políticos con la comisión legislativa encargada de impulsar el proyecto de amnistía ante la Asamblea Nacional.
Detalló que la celda en la que estaba recluida era de tres por dos metros cuadrados. “Estaba con diez personas, nos tocaba dormir sentadas. Y por ser la celda en la que estaba la ‘presa política’ llegaban en la madrugada a sacarnos desnudas para revisarnos (…) Quiero que los diputados tomen en cuenta todo lo que pasa un preso político ahí adentro (de la cárcel)”.
Una comisión de la Asamblea Nacional recibió este lunes, tal como estaba previsto en la agenda legislativa de la fecha, el proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional para la liberación de los denominados presos políticos, así como el cese de la persecución a quienes “piensan diferente” y el retorno a Venezuela de los exiliados.
Junto con los presos políticos, Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, encabezó el emotivo acto de entrega de los proyectos al parlamento. Son dos instrumentos jurídicos: el proyecto de ley de Amnistía y Reconciliación de 27 artículos y un decreto legislativo de 22 artículos.
Alfredo Romero, director dela ONG Foro Penal Venezolano encargado de redactar el proyecto, habló de las diferencias entre uno y otro.
“Como acto legislativo, el decreto tiene un efecto necesario urgente, inmediato, entre la población y a favor de los presos políticos, perseguidos y exiliados; mientras que la Ley, por su cuerpo normativo, comprende un proceso mucho más lento y engorroso”, dijo Romero.
“La amnistía no aplica a indultos, no se refiere a individuos sino a hechos. Se contemplan más de 41 sucesos, cifra que se amplía porque cada uno tiene divisiones; incorporando no solo a personas naturales sino también jurídicas, así como definiciones innovadoras – preso y perseguido político -; no únicamente en el ámbito penal, sino también en el civil, administrativo, laboral, disciplinario”, expresó el alto vocero.
Subrayó que el grupo que representa maneja más de cinco mil casos pero que ese radio de trabajo podría incrementarse hasta 10 mil. “Se suma no solo al calificado como preso político sino, igualmente, al que se le ha abierto una medida cautelar – por ejemplo, a quien le fue allanada la empresa y se le mantiene en resguardo del Estado de manera arbitraria -. En nuestras páginas registramos a 76 presos políticos, sin contar situaciones recientes, superando los 3700 casos – verbigracia, por el asunto RCTV hubo 251 casos tras las protestas, detenciones y posteriores liberaciones -.
A su vez, Gonzalo Himiob, director del Foro Penal señala que mientras el jefe de Estado “puede vetar la Ley de Amnistía, formulando observaciones y devolviéndola al parlamento – aunque, al final, la Asamblea Nacional culmine aprobándola -, el decreto no está sujeto a ese paso”.
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