El sobrino de la primera dama, Carlos Erick Malpica Flores, el Tesorero nacional y de Petróleos de Venezuela, (Pdvsa), es el tercer hombre más poderoso del país después de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, pero también el más oscuro y de bajo perfil que tiene la nomenklatura chavista.
A pesar de su alto rango, el Tesorero de la nación no figura en las fotos de la familia presidencial ni en la prensa oficialista ni en las redes sociales. Es el perfecto invisible que controla nada menos que todos los recursos de Venezuela. El sobrino preferido del clan de Cilia Flores y su tío Nicolás.
Su cargo hubiera pasado inadvertido a no ser por el “narco escándalo” que han protagonizado la semana pasada dos primos suyos: Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freites que fueron arrestados en Haití y llevados a Nueva York para ser juzgados por intentar traficar con 800 kilos de cocaína.
Pero la operación encubierta de la DEA no hubiera pasado a mayores si sus primos no lo hubieran vinculado al presunto delito del lavado de dinero a través de Pdvsa y del supuesto financiamiento de la campaña electoral del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
El rostro de Carlos Malpica Flores, de 42 años, al que confunden con su antecesor Temir Porras, hubiera permanecido en el anonimato si no hubiera salido una foto suya en Google, tomada en una fiesta privada en Saint Barth, amenizada con un bol lleno de botellas de champán rosado Cristal que vale 2.500 dólares cada una.
Los que lo conocen han podido identificarlo en la fotografía de la fiesta exclusiva en la isla del oriente caribeño de Saint Barth, frecuentada por el jet set internacional, que ha servido de pista para desvelar sus exquisitos gustos. Por lo general viaja en un jet alquilado modelo Gulfstream, de siglas N986AC, perteneciente a una compañía de alquiler de aeronaves con sede en Fort Lauderdale, Estados Unidos.
Gracias a los portales digitales Armando. Info, El Pitazo, Poderopedia y Runrunes, que uniendo sus esfuerzos han investigado al Tesorero dejando al descubierto el entramado de sus negocios y la fortuna que ha montado con su parentela. Su familia, como la de su tía primera dama, también es de origen humilde que de la noche a la mañana exhibe una riqueza astronómica.
La familia del tesorero nacional registró 16 empresas en Panamá desde la llegada de Nicolás Maduro al poder, en 2013. Carlos Malpica Flores trabaja con sus tíos Cilia y Nicolás desde hace 10 años cuando era el canciller de la República bolivariana, ocupando diversos cargos administrativos y financieros.
“Hoy maneja el presupuesto nacional, los créditos adicionales y muchos fondos financieros que los economistas califican de inauditables por la ausencia de informes y balances públicos”, señala el informe de los investigadores.
Al comparar la cantidad de cargos que ejerció y ejerce Malpica Flores con los que ha tenido el resto de la familia que participa en la burocracia chavista queda más que claro que es la persona de mayor confianza de la pareja presidencial venezolana. Él ha querido retribuirla evitando la estridencia y los escándalos asociados a la exposición del poder. A la vez que impide que le fotografíen en público, se ha asegurado de que no haya rastro suyo en medios de comunicación privados y estatales, incluyendo las publicaciones internas o las páginas web de las instituciones donde ha laborado.
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