Ludmila Vinogradoff el 17 feb, 2012 El comandante Hugo Chávez ha dedicado más de 20 horas en cadena de radio y televisión esta semana para atacar al candidato presidencial de la oposición, Henrique Capriles Radonski, elegido el domingo pasado con más de tres millones de votos, es decir, el 17 por ciento del padrón electoral, el más votado en todo el mundo en unas internas abiertas . Chávez y Sean Penn en Miraflores Su reacción tardía ha sido para descalificar, desacreditar e insultar al gobernador de Miranda, de 39 años, el joven soltero más rico y codiciado de Venezuela, que no ha perdido ninguna elección desde que se lanzó al ruedo político a la temprana edad de 23 años. La carrera de Capriles ha sido fulgurante, acompañada de su buena estrella que ahora se enfrenta al más difícil reto como el de ganarle al presidente Hugo Chávez, quien a su vez se lanza a su tercera reelección luego de 13 años en el poder. El 7 de octubre ya tendrá 14 años. Toda la maquinaria, recursos del gobierno y medios oficiales se han orquestado para hacer la guerra sucia contra el abanderado de la oposición. Lo miran con lupa, lo vigilan y averiguan su pasado, sus amigos y novias que ha tenido. El mandatario ha dicho que 44.804 cubanos viven en Venezuela. Hace un año dijo que eran 60.000 cubanos cooperantes, de los cuales no se sabe cuántos son del G-2 que espían y forman parte de la seguridad e inteligencia del gobierno. Chávez le ha dicho de todo a su rival de la oposición. Lo ha insultado varias veces pero Capriles no ha caído en la provocación. El joven gobernador ha recibido los fuertes golpes de su contendor pero ha evitado entrar al pantanoso terreno. Capriles ha dicho que no lo han elegido para pelear con Chávez. Pero no rehúsa el reto de batirse con Chávez en un ring, siempre y cuando lo decidan los árbitros. “El majunche (poca cosa) –así es como llama a Capriles- tiene sus asesores que le han dicho que no confronte conmigo. Bueno majunche eso va a ser imposible, porque conmigo es la cosa, es con Chávez la cosa ahora”, le ha dicho retador al mejor estilo de un guapetón de barrio. Lo que pasa es que el comandante en jefe se siente picado, dicen en la calle. Para la diputada y ex candidata María Corina Machado, que no tiene pepitas en la lengua cuando le espetó en su cara que “expropiar era robar”, dice que los insultos a Capriles son “por el miedo que le tiene el mandatario”. Por ahora, los cabezazos y bramidos de Chávez van y vienen. En el fondo debe sentirse como un animal herido que es batido por uno más fuerte y joven. Pero como el comandante no se rebaja a sus adversarios locales porque los considera unas “moscas” y prefiere cazar peleas con las águilas de otros países, ha contratado los servicios de su amigo el actor Sean Penn para que le haga el lobby y le consiga la entrevista con Barack Obama. Chávez ha intentado por todos los medios reunirse primero con Clinton, luego con Bush y ahora con Obama, pero no ha podido o no lo han querido recibir. Se ha quedado con las ganas de retratarse en el Salón Oval de la Casa Blanca a pesar de su retórica antiimperialista. Pero María Corina sí tiene una foto con Bush junior. Sean Penn ha dicho que Chávez desea que Obama lo reciba. Se quiere quitar esa espina, un caprichito antes de las elecciones de octubre. Mientras la respuesta llega de la Casa Blanca, el inquilino del palacio de Miraflores, se mira al espejo y se pregunta si estará en condiciones de aguantar los siete meses de la gota fría y calculada (tortura china) que le está marcando su joven rival, al que promete aplastar el 7 de octubre, si los venezolanos se lo permiten, por supuesto política Tags ataquescandidato unitariochávezcubanoseleccioneshenrique capriles radonskiinsultosoposiciónsean penn Comentarios Ludmila Vinogradoff el 17 feb, 2012