Las puertas del Banco Central de Venezuela (BCV) han cerrado bajo el pretexto de los apagones. Algo anormal y misterioso está ocurriendo en el ente emisor, que ha quedado sin control ni vigilancia. Su personal no tiene acceso desde hace un mes.
La sospecha es que el régimen de Nicolás Maduro está saqueando el oro monetario, las obras de arte, las joyas del Libertador Simón Bolívar y todos los bienes de valor que se encuentran en sus bóvedas.
En lo que va de año han desaparecido unas 24,5 toneladas de oro. Y en el mejor de los casos todavía quedan en las reservas unas 100 toneladas, sin garantías de que se vayan a esfumar también por manos inescrupulosos.
Quien lo denuncia es el diputado opositor Angel Alvarado: “han estado sacando oro en cuatro camionetas por las puertas 3 y 4 del banco, usando un acta con fecha del año pasado para despistar. Pretenden venderlo de contrabando fuera del país”, agregó sin dar detalles del supuesto destino de las barras.
Afirma que de las 24,5 toneladas faltantes, la semana pasada sacaron 8 toneladas, de las cuales 4,5 toneladas últimas salieron el pasado viernes llevadas en 40 cajas de las bóvedas del banco.
Parece que la operación saqueo se produce con personal ajeno al banco y en vehículos privados no oficiales.
También se han observado extranjeros, como delegaciones rusas, visitando a las autoridades del Banco Central, pero no hay información del motivo de su visita ni del tema tratado.
Antes de las sanciones impuestas contra los altos cargos del régimen, las empresas de Dubai, China y Rusia compraban el oro venezolano, pero ahora llegan clandestinamente a Uganda para ser procesadas en la refinadora de oro. Antes se procesaba en Sudáfrica, dice la fuente.
El diputado Alvarado añadió que las obras de arte y las joyas del Libertador Simón Bolívar “también han sido removidas del museo” del Banco Central. Y denunció que el personal del banco sigue sin tener acceso a las instalaciones.
Desde hace un mes, cuando estalló el sistema eléctrico nacional con el primer apagón, y Maduro decretó una semana de inactividad laboral y escolar, las puertas del BCV fueron cerradas. Sus autoridades afirman que no hay luz ni agua en sus dos torres por lo que no pueden reanudar sus actividades.
Es todo un “misterio” el cierre del BCV, dice la fuente al sugerir de que “hay gato encerrado”, mientras el régimen permite la fuga del oro. De los 2.000 empleados que tiene la nómina del BCV sólo asisten 30 funcionarios de mayor confianza.
“Seguimos cobrando nuestro sueldo sin trabajar”, dice la fuente al advertir a los que saquean la riqueza del país que “todo está documentado” y se les aplicará la ley a los responsables cuando se haga justicia.
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