Las palabras de Juan José Omella sobre las de Arnaldo Otegi. Del (no) perdón al agradecimiento. Un paso, dice. Santo súbito. Solo faltan los homenajes o que las víctimas (alguien, para el presidente de la Conferencia Episcopal Española) tengan que sacar los cadáveres por las puertas de atrás de las iglesias (en el mejor de los casos). O las dos cosas. Pero ahí, ya, el perdón debe ser de los curas que lo han hecho mal. La socialización del terror. ETA y la Iglesia.