Lo más humillante para Pere Aragonès del acuerdo entre ERC y Junts está en la página 7: El presidente de la Generalitat de Cataluña solo responde por sus actuaciones políticas ante el Parlamento de Cataluña, en tanto que es la cámara que le ha otorgado la confianza y representa la voluntad de la ciudadanía de Cataluña. El resto del documento le dice lo que debe responder, cómo lo debe hacer y a quién ha de pedir permiso para hacerlo.