Texto: Javier Esteban / Foto: José Alfonso
El entrenador del equipo benjamín de fútbol sala de Institución La Salle, José Antonio Morales, estudió el grado de Informática en el mismo centro en el que ahora es monitor y también fue jugador allí. Actualmente realiza las prácticas de sus estudios en el Departamento de informática de Pullmantur.
-¿Qué motiva a una persona a dedicar su tiempo libre a entrenar? Empecé jugando en Institución La Salle y experimenté todo el procedimiento como jugador y me gustó cómo me trataban los entrenadores y por eso me dediqué a ello. Además me gusta tratar con niños.
-¿Por qué entrenar a niños tan pequeños? Ya había llevado durante dos años al equipo cadete y prefería experimentar con esta categoría, pues a estas edades son más receptivos a lo que les enseñas y más implicados.
-¿Cuáles son los momentos más duros del trabajo de un entrenador? Pues cuando tienes que hacer descartes para una convocatoria y dejar a algún niño fuera, pues son trece en la plantilla y al partido sólo puedo llevar a doce por normativa.
-¿Cuáles son los momentos más felices y divertidos? Cuando ves que los niños progresan y que asimilan todos los conocimientos que les intentas transmitir.
-¿Es difícil mantener la ilusión a estas alturas de temporada cuando además ya no se juegan nada por la clasificación que tiene el equipo? Sí, es difícil, pero intento que se olviden del resultado y de la clasificación incitándoles a aprender cosas nuevas y aplicarlas en los partidos para que así salgan con ilusión al campo.
¿Qué expectativas tienes para la próxima temporada? Seguiré con mis benjamines y como ya serán de segundo año quizá nos podamos meter en fase final y, por qué no, ganar la liga.
¿Qué mensaje transmitirías a tus chicos cuando acabe el último partido de liga? Tres, que me ha gustado mucho estar con ellos esta temporada, que me disculpen si en algo les he fallado, pues estoy acostumbrado tratar con chicos más mayores, y que deseo contar con todos ellos el año que viene.
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