Empezamos el primer repaso de las clasificaciones de futsal de los XXXIII Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) y lo hacemos con las categorías correspondientes a educación primaria, es decir, prebenjamines, benjamines y alevines.
Los primeros debutaban en el campeonato en la mayoría de las situaciones o, como mucho, era su segundo año, pero, al haber sido muy reducida la competición 20-21 por el covid, la gran mayoría eran noveles y tenían la adrenalina a flor de piel ante el primer partido.
Eso le ocurría a nada menos que a más de 400 niños de los 38 equipos que conforman esa categoría, la cual está dividida en cuatro grupos. Tras una jornada celebrada no se pueden sacar muchas conclusiones, pero sí vamos a resaltar a los líderes provisionales por la ilusión que eso genera siempre, aunque hay que advertir a delegados, padres y jugadores que esto es como termina y no como empieza, así que queda mucha liga por delante, aunque hoy por hoy los líderes prebenjamines sean los siguientes: Claret B en el grupo 1, tras ganar a Ntra. Sra. del Buen Consejo por 10 a 5; Claret “A” en el grupo 2, tras hacer lo propio con Santo Ángel de la Guarda por 11 a 1; Jesús Maestro en el grupo 3, al vencer a 9 a 1 a salesianos de Atocha; y Santa Ana y San Rafael “B” en el grupo 4, quien ganó a domicilio por 3 a 7 a SAFA de Jorge Juan.
Hay que informar para los que se hayan incorporado a este campeonato que en cualquier categoría el marcador se cierra a diferencia de 10 goles, es decir, que si en un partido se alcanza el tanteo de 5 a 15, por ejemplo, el árbitro seguirá dirigiendo el encuentro hasta el final, anotando faltas, tiempos muertos, tarjetas y demás, pero no más goles, pues “esta es una competición para divertirse y no para que nadie se sienta humillado por ver un 25 a 0 reflejado públicamente en la clasificación”, apunta Javier Esteban, Director del Departamento de Deporte Escolar y Valores de ECM. Además, apunta Javier, “una vez cerrada el acta, los equipos que se ven superiores, al conocer que sus goles no van a valer para el golaverage, suelen bajar el pistón o hacer probaturas cambiando posiciones, defendiendo de otra manera, sacando a los menos habituales, etc., es decir, respetando al rival”.
Los 67 equipos de la “Champions” benjamín, llamada así porque es la competición con más participantes, están divididos en siete grupos. Los jugadores ya tenían alguna experiencia competitiva y eso se notó en la cancha, desplegando un juego más maduro que los anteriores. Los líderes de los diferentes grupos son:
Grupo 1: Ntra. Sra. Consolación “A”
Grupo 2: Calasancio “A”
Grupo 3: Santa Ana y san Rafael “A”
Grupo 4: FEC Santa Joaquina Vedruna “A” (antiguo Vedruna Mirasierra)
Grupo 5: SAFA Jorge Juan
Grupo 6: Sagrado Corazón de Jesús Escuelas Inter “A”
Grupo 7: Jesús Maestro Verde
De todos esos colegios retornaban a la liga, tras una temporada en blanco, FEC Santa Joaquina Vedruna, que vuelve rebautizado, y SAFA de Jorge Juan, pues el resto de centros escolares que la conforman habían tenido algún equipo compitiendo en el aciago curso 20-21.
Para terminar, los mayores de primaria, los de 5º y 6º, un total de 65 equipos y más de 700 futsaleros distribuidos también en siete grupos, cuyos líderes son FEC Santa Joaquina Vedruna “A” en el grupo 1; Amor de Dios en el grupo 2; Mater Immaculata A” en el 3; Jesús Maestro Verde en el 4; Valdefuentes “A” en el 5; Agustiniano “A” en el 6; y Rafaela Ybarra en el 7.
Estas tres categorías jugarán por sistema de liga a doble vuelta, concluyendo su periplo el 7 de mayo. El campeón de cada grupo será premiado con trofeo de equipo y medallas para cada jugador. La razón de que no haya una fase final entre los mejores de cada grupo no es otra que garantizar que, incluso en el peor de los escenarios en el que hubiera alguna jornada suspendida en bloque o en el que algún equipo estuviera en cuarentena durante un largo tiempo, pueda concluir la temporada deportiva con los respectivos campeones. “Además, para ello y a modo de prevención, ante la incertidumbre que aun genera la pandemia, se han dejado jornadas intermedias sin competición para poder recuperar los posibles partidos perdidos, como son los tres últimos fines de semana de mayo”, apunta Javier Rivero, encargado de la elaboración de calendarios y de sistemas de competición.
Felipe Marrón
