El cuadro de honor del futsal de los XXXII Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) ya está decidido, cuando todavía hay algunas competiciones de otras disciplinas que su clasificación final no está definida. Las razones de no estar completadas, todas las adversidades que los colegios participantes y la organización hemos tenido que sufrir mano a mano hasta llegar a este punto.
Han sido por ahora 867 encuentros desprogramados por casos positivos de covid, por confinamientos de aulas, por restricciones de movilidad en las zonas donde se ubican los centros educativos, por Filomena y por alguna razón más que se me escapa, pero los gestores del mundo del deporte colegial han llevado a la práctica eso que propugnan entre sus jugadores, resiliencia, capacidad de sufrimiento y espíritu de superación.
Tras tantas adversidades y superando en número de participantes al resto de disciplinas deportivas, los futsaleros han sido los más aplicados haciendo los deberes. Por eso, a día de hoy, todas y cada una de las competiciones de fútbol sala tienen proclamado ya su digno campeón, aunque tengan programados aún 11 partidos hasta el 20 de junio, los cuales son intrascendentes para determinar quién es el ganador final.
Los últimos en proclamarse campeones han sido los chicos del Jesús María “B” cadete, tras ganar a domicilio el pasado jueves a Pureza de María “B” por 1 a 11, llevándose así el trofeo de copa del grupo C en el que también competía Claret “A” (2º), además de los dos conjuntos mencionados. Los penúltimos en hacerlo fueron los benjamines de Patrocinio San José “A”, quienes se alzaron con la liga del grupo 1 después de vencer en su propia cancha al digno subcampeón, Amor de Dios, por 7-0.
Todos los equipos de la imagen tendrán el honor de recoger sus trofeos y medallas en la Jornada de Clausura que se celebrará el 25 de junio en el salón de actos del colegio Santa Francisca Javier Cabrini bajo todas las medidas de seguridad descritas en la edición anterior de esta revista.
Ahora solo queda disfrutar de ese momento de gloria por parte del capitán y del delegado de cada equipo en la entrega de premios, para luego irse a compartirlo con el resto de jugadores y técnicos de la manera más segura y responsable que se pueda hacer.
Así como dar la enhorabuena a los premiados y a los demás deportistas de este campeonato, pues todos han sido unos verdaderos luchadores que, con la ilusión por practicar su deporte favorito y su responsabilidad ante el covid, han superado juntos todos los inconvenientes que esta temporada, la cual no olvidarán a buen seguro, han encontrado en el camino.
Javier Esteban
En la cancha
