No ha podido tener mejor idea la cómica italiana Sabina Guzzanti que titular su película documental libelo -contra Berlusconi- ‘Viva Zapatero’, porque se ha asegurado con esa voz al aire su presencia en cualquier festival de los celebrados en España, por muy esquinado que esté. Más que una película ya parece el increíble Hulk, de tanto salto por nuestro pellejo de vaca (lo de piel de toro sería pretencioso). Lo curioso del caso es que Zapatero no sale ni un segundo en la película, y únicamente se escucha una alusión a su gran esfuerzo por independizar los medios de comunicación, con lo que se nota que Sabina Guzzanti conoce tanto a Zapatero y su política de medios de comunicación como yo los diversos modos en que los maoríes cocinan el koala. O si no, que alguien le explique, como Epi y Blas, lo que significa aquí el pasteleo entre ‘abierto’ y ‘cerrado’, o las maquinaciones siniestras contra emisoras de radio.
A quien sí conoce Guzzanti es a Berlusconi, al cual pone a caldo y del cual se mofa aún a costa de que se le vea el amarillo bilis en la comisura de los labios. Pero el gran misterio es ése: un documental sobre los tejemanejes de Berlusconi se puede convertir en el gran invitado por todos los rincones de España (de Valladolid viaja exhausto a Santiago, a inaugurar el Festival de Santiago)… Sin duda hay que responder con otro ¡Viva!, a ese ‘Viva Zapatero’ tan eficaz.
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