Alguien debería tomar cartas en el asunto (¿tomar cartas en el asunto?…. de qué estercolero lingüístico sacaremos ese tipo de expresiones tonticulares): El mundo necesita ver YA ‘La otra cara del viento’, esa película secuestrada o sedada de Orson Welles que nadie se atreve a darle proyector. Fue, como tantas otras, una quimera, un proyecto inacabado, un la cojo la suelto, la lío… Está protagonizada por John Huston y, tal y como se cuenta, trata sobre ellos mismos: la historia de un director de cine ególatra y bastardo que usa a los demás y después los tira a la basura.
Al parecer, Orson Welles, que lo mezclaba todo, las bebidas, las comidas, las mujeres, las películas, alternó el rodaje de ‘La otra cara del viento’ con el de su oficialmente última película, ‘F for Fake’, y que en cierto modo también estaba impregnada de esa mezcla de materiales y formatos, con entrevistas, falseos y diversas perspectivas para conseguir un retrato cóncavo del personaje, en ese estilo que tanto le gustaba y cultivó para hacer sus mejores personajes, como Charles Foster Kane o Gregory Arkadine.
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