Como siempre, AltoVolta tiene razón, y hay que recapacitar sobre ello: A la vuelta del Festival de San Sebastián del año pasado, comenzó mi camino a tientas por el proceloso mundo del blog. Hoy, un año después, puedo decir que sé muy poco más que entonces del entramado de la red, pero que, en cambio, he aprendido bastante del alma humana. De otras almas, pero también de la mía propia. He tenido grandes momentos de euforia, especialmente al ver el entuasiamo con el que habéis hecho muchos de vosotros el camino éste proceloso y embarrado; pero, también confieso que ha habido días en los que el blog me ha hecho trizas mi estado de ánimo al ver cómo mi pobrecita reputación era pisoteada por unos cuantos enmascarados con una impunidad y un descaro que alimentaban la fiera corrupia que llevo dentro. Y de unos y otros días se llegaba fácilmente a la conclusión que sigue: eran los mismos. Los días que saltábamos por el centenar de comentarios (y yo era feliz por ello) eran los mismos que me ponían a caldo gordo a mí o alguien cercano (y yo sufría por ello). Lo cual, que ahora sé que el mundo del blog me impide ser feliz sin sufrir, o lo que es lo mismo: me ha acostumbrado a que el sufrimiento me haga feliz (se llama masoquismo).
Y algo de cine, tras este año. Muchos de nosotros hemos visto, oído y sabido cosas que sin este blog hubiera sido imposible, gracias a la variedad de gustos, edades y talantes de los que habitan este lugar. Hemos tenido visitas ilustres, probablemente más de las que sabemos o pensamos, pero subrayaré la muy valiente y a pecho(s) descubierto(s) de Santiago Segura. Hemos tenido también dos o tres personajes abyectos, pero que tuvieron su sal y su pimienta. Y, en fin, me siento en la obligación de agradeceros vuestra presencia a todos los que estáis y aportáis (¡snif!), algunos de los cuales sois en realidad los auténticos capitanes del barco. ¡Piratas!
Pues, por unas cosas y por otras, y a falta de mejor regalo os he puesto de encabezamiento la foto de mi hijo Félix, que tiene unos meses más que el blog. Va por vosotros.
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