Ya no tengo ninguna película de la competición por delante, tras la de Ken Loach y la muy sorprendente de Xavier Dolan, sacaron del corral el “Leviatán” de Andrei Zviaguintsev y “Sils Maria” de Assayas, la primera, desconcertante, empieza hablando de una cosa que se le olvida a la mitad y que luego medio la retoma al final… No está mal su zona de pulso del hombre contra el injusto empuje de la maquinaria del Estado, pero se impregna de una imprevista trama matrimonial que hay que ser un lince para encontrarle el sentido. Buen retrato social de una Rusia sucia que ahoga sus penas en vodka. La de Assayas tiene a una gran Juliette Binoche en el papel de Margo Chaning, pero, y aunque parezca una extravagancia, mucho más alta está Kristen Stewart en un personaje absolutamente contrario al de Eva Carrington. Yo no le daría demasiadas opciones a esta película en el palmarés, más allá, claro, de que a la Binoche aquí se arrodillan para adorarla.
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Y, en fin, que mi película sigue siendo la que fue en el momento de verla, “Still the water”, la de Naomi Kawase, aunque hay que subrayar que la de la crítica francesa es la de los hermanos Dardenne. La película de Nuri Bilge Ceylan está todavía ahí con la sopa de pan por si moja, y muchos no se han olvidado aún de “Timbuktu”.
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