No es fácil ver películas como “The Drop”, tan requetebuenas y tan difíciles de desmontar. Puro universo Lehaqne, autor del relato y también del guión, y con la interpretación “yo claudiana” de Tom Hardy, un tipo capaz de hacer creer un personaje y su contrario, y la ya impagable presencia de James Gandolfini. Película de intriga y músculo dramático, que está a años luz de lo usual, y que es por ahora el mejor adorno del cine a competición en San Sebastián.
También se ha visto “Autómata”, de Gabe Ibáñez, con un Antonio Banderas en el intento de acoplarse en el impermeable de Rick Deckard, que cambia replicantes por robot…, bueno, en realidad cambia otras muchas cosas, y que se convierte en una película peor de lo que se merecía. Al principio parece que aparecerá por allí Philip K. Dick y alguna oveja eléctrica, pero no. Una pena.
La de Susanne Bier, “Una segunda oportunidad”, te ofrece algo de juego para poner al día un par de ideas contradictorias sobre la ética. También policial, muy intensa en sus emociones (¡esa vida que le dan los bebés a los padres primerizos!) pero que no deja mayor huella que un dedo en un cristal.
Dejo aquí un enlace a la crónica publicada sobre “La isla Mínima”
Otros temas Oti Marchanteel