La película de Álvaro Pastor y Antonio Naharro, ‘Yo también’, sólo puede ser una de las favoritas: no es fácil resistirse a ella. Pablo Pineda y Lola Dueñas arrasan con todo, incluso con las ganas, si las hubiere, de ponerle pegas a la función.
Ni siquiera la foto de Ian McKellen con chapela es capaz de borrar la impresión de esta peculiar pareja.
Esta noche hemos podido ver ‘La mujer sin piano’, de Javier Rebollo, una tremenda historia de mujer en fuga contada con severidad y sin pasión, lo cual, en el rostro y el cuerpo de Carmen Machi (que suele ser un caballo desbocado) no sé si supone un logro o un pecado. Rebollo está aquí entre el corto y el largo, y a punto está de que su película caiga en ese mira como me miro en el espejo; pero la historia de esa mujer tiene la fuerza dramática suficiente como para que merezca la pena el exceso de autodegustación. Supongo que, como mínimo, traerá discusión y polémica.
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