Con Kim Ki-Duk y con Daniel Burman se cerró el plazo para optar a la Concha de Oro. Ninguno de ellos llegó con su mejor traje. ‘El nido vacío’ es una película requeteargentina, en el sentido de que a su protagonista se le salen las ideas y las palabras como a un sombrero de paja el agua. A mí me entretuvo y hasta me pareció ilustradora de ciertos guiños de la vida, la matrimonial y la familiar y la laboral, especialmente, o sea, toda. Cecilia Roth está tan bien como siempre, y ese tan bien lo incluye todo.
Kim Ki-Duk llegó con ‘Sueños’, y eso es esencialmente lo que da la película. Una historia breve y leve, entre dos personajes y su encuentro en ese terreno sedoso de los sueños, y tal. La cosa va como de intrigante hasta que, como le gusta a Kim, empieza la gresca y el protaognista se martillea el empeine como si fuera el de otro. El sadismo lo adereza con un poco de poesía revenida de otras películas suyas. Desgraciadamente, no hubo suerte en esta ocasión con mister Duk.
Y ahora, antes de que se me ría en la cara el jurado, diré mis vaticinios que, como son habituales, estarán muy lejos de lo cierto.
Concha de Oro, para Kore Eda. Premio Especial del Jurado, para Jaime Rosales. Actor, Colin Firth. Actriz, Nerea Camacho. Y algo para ‘Frozen River’ y ‘La caja de Pandora’. Como veréis, he puesto sólo lo que me gusta, pero para eso son mis vaticinios.
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