Vale. Recojo el guante que me lanza Alto Volta (y ya veremos si también el que tira Norman) sobre esa lista de las mejores interpretaciones. En efecto, si no ridícula, sí al menos llena de chepas y lobanillos. Según se pone, la han confeccionado los de la revista Premiere; evidentemente no se refiere al Premiere francés, sino al americano: es impensable que una revista francesa no ponga a ningún actor francés entre los veinte primeros. Por supuesto, no caeré en la tentación de señalar más allá que lo que refulge por su absoluta estulticia: el número uno, Peter O’Toole, debería ser el veintiuno. El número tres, Meryl Streep, el treinta y tres. El cuatro, el Pacino de ‘Tarde de perros’, se le pueden añadir dos ceros. El nueve, Gene Wilder como el doctor Fronkonstin, pónganle tres ceros. El número quince es Tom Hanks por ‘Big·’ (puag), más abusrdo todavía porque precede al dieciséis, Cary Grant, por ‘Encadenados’. Bien los números dos (el Brando de ‘La ley del silencio’), cinco (la Bette Davis de ‘Eva al desnudo’), el seis (James Cagney), siete (Hoffman Cowboy), ocho (James Stewart, por ‘La vida es bella’) y diez (Robert De Niro por ‘Toro salvaje’). Bochornoso que no aparezca Katharine Hepburn hasta el puesto trece, y por su personaje de Leonor de Aquitania.
Por preguntar: ¿No habíamos quedado en que Spencer Tracy era el mejor actor del mundo?
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