Hoy estrenan esta película de Emilio Martínez-Lázaro que sigue en pretensiones estéticas, cómicas, éticas y económicas a la anterior. Ellos son los mismos, Alterio, San Juan y Toledo…, pero ellas no. Adiós a Paz Vega y a Natalia Verbeke. Y ahora surge precoz la pregunta: ¿puede una segunda parte de película que se precie soportar la ausencia de dos actrices como ellas? Bien, las que las sustituyen, Pilar Castro, Lucía Jiménez y Juana Acosta no son, por decirlo de algún modo, tan ‘frescales’, con lo que la película ha perdido algo de temperatura erótica. No me subiré a ‘Los dos lados de la cama’ con el cuchillo en la boca, sino que quisiera dejar la idea de que es más o menos graciosa (o sea, si lo era la primera, lo será la segunda), muy, muy frívola, que aprovecha todos los resquicios de la penetrante y penetrada actualidad, que saca algunas de las peores ‘virtudes’ del ser humano, que puede resultar tan simpática como antipática (personalmente, veo a Alberto San Juan y me parto)… Pero, sobre todo, lo que no quisiera es que ‘los vigilantes del blog’ se lancen a mi pescuezo por estar en contra del cine español. Adoro el cine español, sobre todo cuando me gusta. Y espero que Martínez Lázaro siga con esto de la cama: le quedan aún lados que comentar.
¡Por favor, admitidme de nuevo en vuestro club de amigos del cine español y disfrutadores de los premios Goya!
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